Imagen: Familias del norte de Gaza forzadas a desplazarse por Israel, este miércoles. En las últimas horas ataques israelíes han provocado más muertos, incluidos varios niños. Anas Al Sharif
Amnistía Internacional ha presentado este miércoles en La Haya un informe en el que afirma que Israel está cometiendo “sin pudor, de forma continuada y con absoluta impunidad” un genocidio en Gaza “con la intención específica de destruir a la población palestina de la Franja” y “siendo plenamente consciente” de estar causando “daño irreparable” después del 7 de octubre de 2023. Ese día, Hamás atacó territorio israelí, mató a 1.200 personas y secuestró a otras 250.
Para la ONG, el mayor de los crímenes del conflicto desencadenado entonces se sigue perpetrando en la Franja, por lo que hace un llamamiento al Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) y al Tribunal Penal Internacional (TPI) para que incluyan el genocidio entre los delitos que investigan. Es la primera vez que Amnistía lo señala en el contexto de un conflicto armado, y pide también una acción colectiva para que los líderes políticos sepan “que hay que ponerle fin”.
La primera señal que menciona la investigación es la matanza de integrantes de la población civil palestina. La segunda, el daño grave a su integridad física o mental. Y la tercera, el sometimiento intencional de la población palestina “a condiciones de existencia que habrían de acarrear su destrucción física”, total o parcial.
Estos tres puntos, descritos en la Convención de Genocidio, “han sido y continúan siendo practicados por el Ejército israelí” que, “mes tras mes ha tratado a la población palestina de Gaza como un grupo infrahumano, demostrando así su intención de causar su destrucción física”, tal y como ha explicado este miércoles la secretaria general del Amnistía Internacional Agnès Callamard, en una rueda de prensa en La Haya.
Una investigación de más de un año
En los últimos 14 meses, consultores de la organización han recabado testimonios e informes médicos; han tomado fotos sobre el terreno y estudiado imágenes de satélite. Todo ello para elaborar un análisis jurídico de la situación. “Después de considerar todos los objetivos militares de Israel en su lucha contra Hamás, hemos comprobado que no hay otra justificación para la destrucción perpetrada que la intención genocida de erradicar y destruir físicamente a la población”, ha dicho Callamard.
“Es una evidencia que Israel podría haber hecho las cosas de otra manera, y no las hizo”, incide Erika Guevara Rosas, directora global de investigación, incidencia política y campaña de Amnistía Internacional.
En el informe de 296 páginas, la organización internacional advierte de la situación actual en el norte de Gaza, donde durante los dos últimos meses “una población sitiada se enfrenta al hambre, el desplazamiento y la aniquilación en medio de bombardeos incesantes y restricciones sofocantes de la ayuda humanitaria vital”.
Todo ello ha generado “una destrucción sin precedentes”, producida, según especialistas en la materia, “a una escala y una rapidez nunca vistas”, arrasando ciudades enteras y destruyendo infraestructura esencial, terrenos agrícolas y lugares de carácter cultural y religioso”, como ha recordado la investigadora de Amnistía Internacional Kristine Beckerle.
Tel Aviv ha incumplido estos mandatos, lo que ha generado “una mezcla mortal de desnutrición, hambre y enfermedades”, dejando a la población palestina “expuesta a sufrir una muerte lenta y calculada”. Además, centenares de personas han estado sometidas “a detención en régimen de incomunicación, tortura y otros malos tratos”, denuncia el informe.