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El auge de las energías renovables, aunque se acelera en todo el mundo, aún no logra revertir el aumento de las emisiones globales de CO₂, en gran medida generadas por la quema de combustibles fósiles, los principales causantes del cambio climático junto con la deforestación. Según el último informe del Global Carbon Project (GCP), presentado en la COP29 que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, se prevé que las emisiones globales de CO₂ cierren 2024 con un incremento del 0,8% en comparación con el año pasado. Desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015, estas emisiones han crecido un 7,78%, según los investigadores del GCP.
Un acuerdo climático que aún no cumple sus metas
El Acuerdo de París, firmado con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global, planteaba mantener el aumento de temperatura por debajo de los 2 °C y aspirar a un máximo de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, el planeta ya ha alcanzado un calentamiento medio de 1,2 °C, y las proyecciones actuales sugieren que las políticas vigentes podrían llevar a un incremento de 3,1 °C hacia el final del siglo. Los investigadores del GCP, que analizan el “presupuesto de carbono” disponible, advierten que al ritmo actual existe una probabilidad del 50% de superar los 1,5 °C en los próximos seis años.
La esperanza de una desaceleración de las emisiones
A pesar del panorama poco alentador, algunos indicios muestran avances. Corinne Le Quéré, investigadora del GCP, señala que la penetración de las energías renovables y los vehículos eléctricos está desplazando poco a poco el uso de combustibles fósiles, y las emisiones por deforestación han disminuido. Glen Peters, del Centro de Investigación Internacional sobre el Clima y el Medio Ambiente, añade que podría estar cerca un pico de emisiones globales, aunque todavía no se ha logrado estabilizar.
China y Europa, dos polos de acción climática
Los datos de 2024 reflejan una ligera disminución en el uso de carbón (0,2%) y un aumento moderado en el petróleo (0,9%) y el gas natural (2,4%). China, que representa el 32% de las emisiones globales de CO₂, muestra un crecimiento marginal del 0,2%, e incluso podría cerrar el año con una leve disminución en sus emisiones, según Pep Canadell, director del GCP. Europa también ofrece una nota positiva, con una disminución proyectada del 3,8% en sus emisiones gracias al impulso de las renovables, a pesar del escaso crecimiento económico y los altos precios energéticos.
En el caso de Estados Unidos, el segundo mayor emisor del mundo, las emisiones podrían caer un 0,6% este año. Sin embargo, preocupa el impacto que tendría el regreso de Donald Trump a la presidencia. Trump ha prometido desmantelar las políticas climáticas impulsadas por la administración anterior y, previsiblemente, retiraría nuevamente al país del Acuerdo de París, como hizo en su mandato previo. Canadell advierte que este posible segundo mandato podría ralentizar el ritmo de reducción de emisiones en Estados Unidos, aunque confía en que la transición hacia las renovables es ya imparable, a pesar de los obstáculos.