Nayib Bukele ha sido reelegido como presidente de El Salvador con un aplastante 85% de los votos en los comicios del 4 de febrero. Este sábado, iniciará su segundo mandato de cinco años, respaldado por un control casi total del Congreso y otras instituciones del Estado. Con un poder consolidado y una oposición debilitada, Bukele se presenta en la cima de su popularidad tras librar una «guerra» contra las pandillas.
La investidura de Bukele está programada para las 8:00 AM hora local, con una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa dirigida por su presidente, Ernesto Castro. Entre los mandatarios que asistirán destacan el Rey Felipe VI de España, el presidente paraguayo Santiago Peña y el mandatario argentino Javier Milei, conocido por su afinidad con Bukele en políticas conservadoras y simpatías hacia el exgobernante estadounidense Donald Trump.
Un líder con un enfoque controversial
Nacido el 24 de julio de 1981 en San Salvador, Bukele es hijo del fallecido químico industrial Armando Bukele. Estudió en la Universidad Centroamericana, aunque no se graduó. Próximo a cumplir 43 años, Bukele es publicista de profesión y ha adoptado una postura provocadora, autodefiniéndose como un «dictador cool» para contrarrestar las acusaciones de autoritarismo. Su reelección, considerada inconstitucional por muchos, fue posible gracias a la interpretación de magistrados afines que permitieron su continuidad en el poder.
Logros y controversias durante su mandato
Desde su llegada al poder en 2019, Bukele prometió doblegar a las pandillas, responsables de más de 120,000 muertes en tres décadas. Bajo su gobierno, El Salvador ha pasado de ser uno de los países más peligrosos del mundo a uno de los más seguros del hemisferio occidental. Sin embargo, esta transformación ha venido con un costo: el régimen de excepción instaurado en marzo de 2022, que ha resultado en la detención de 80,300 presuntos pandilleros sin órdenes judiciales, juicios o sentencias. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional denuncian abusos, torturas y la detención de miles de inocentes.
A partir de este sábado, Bukele deberá enfrentar el principal problema de los salvadoreños: la economía. Con un Congreso dominado por su partido Nuevas Ideas, que cuenta con 54 de los 60 escaños, Bukele tiene la capacidad de gobernar sin oposición significativa y de reformar la Constitución. Tras su victoria en febrero, Bukele afirmó que esta será «la primera vez que existe un sistema de partido único en una democracia».