En un contexto de creciente inestabilidad mundial, el despliegue del Grupo de Combate «Dédalo» de la Armada española se convierte en una demostración de fuerza que va más allá de simples ejercicios navales. Estas maniobras, que podrían considerarse como rutinarias en tiempos pasados, se han transformado en una exhibición de la capacidad de disuasión de la OTAN frente a amenazas como la proveniente de Rusia.
Aumento de la participación española
Durante los últimos dos años, las Fuerzas Armadas españolas han intensificado sus esfuerzos en fortalecer las fuerzas permanentes de la Alianza y en aumentar su participación en ejercicios multinacionales, ahora denominados «actividades de vigilancia reforzada en tiempo de paz».
Por ello, el reciente ejercicio «Neptune Strike» de la OTAN en el área del Adriático y el Mediterráneo oriental ha sido una muestra destacada de esta cooperación, en la que la Armada española ha contribuido con un portaaeronaves, tres buques, aviones de combate, helicópteros y un batallón de desembarco, sumando un total de 1.690 efectivos.
Coordinación de la OTAN
El despliegue del Grupo de Combate «Dédalo» ha congregado medios y personal de una quincena de países aliados, coordinados desde Brindisi (Italia) por la OTAN. Esta operación tiene como objetivo demostrar la interoperabilidad entre las diferentes fuerzas y su capacidad para llevar a cabo misiones de ataque marítimo, defensa y desembarco en caso de crisis.
Una colaboración con Italia
En las próximas semanas, las actividades de vigilancia reforzada continuarán con los aviones «Harrier» del Grupo volando sobre varios países aliados. Además, el Grupo «Dédalo» participará en el ejercicio anfibio «Mare Aperto» en Italia, junto con 6.000 efectivos de otros países aliados.
Presencia en Finlandia
Posteriormente, se dirigirá al Mar Báltico para participar en el ejercicio multinacional «Baltops», que incluirá colaboraciones con la Marina finlandesa en Helsinki. Esta será una oportunidad para interactuar con fuerzas aliadas en la región y fortalecer la presencia de la OTAN en el área.
La apuesta de España por la seguridad
En la región del Mar Negro, España mantiene una presencia significativa como parte de las fuerzas permanentes de disuasión de la OTAN. En Rumanía, el Ejército del Aire opera un radar de alerta temprana con 40 efectivos, mientras que, en Eslovaquia, 700 militares ya están desplegados en un batallón de la OTAN, el cual será liderado por España a partir del 1 de julio. Además, se espera que próximamente otros 250 militares se integren en otro de los batallones terrestres aliados en Rumanía.
En el Mediterráneo oriental, la presencia española se materializa a través del cazaminas «Segura» de la Armada, que forma parte de la Agrupación Naval Permanente de Medidas Contraminas nº2 de la OTAN (SNMCMG-2). Esta unidad contribuye a la seguridad y la estabilidad en la región al detectar y neutralizar posibles amenazas submarinas.