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El Consejo de Guardianes de Irán, el órgano de supervisión electoral compuesto por 12 miembros que responde ante el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, publicó ayer la lista definitiva de candidatos para las elecciones presidenciales del próximo 28 de junio. De las casi 80 candidaturas presentadas tras la convocatoria adelantada por la muerte del presidente Ebrahim Raisí en un accidente de helicóptero el pasado 19 de mayo, solo seis han recibido el visto bueno.
Cinco candidatos conservadores y uno reformista
Los candidatos aprobados son Mostafá Purmohammadí, exministro de Justicia y del Interior; Saeed Jalili, exsecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional; Mohammad Baqer Qalibaf, presidente del Parlamento; Alireza Zakani, alcalde de Teherán; Amir-Hossein Ghazizadeh Hashemi, jefe de la Fundación de los Mártires; y Masoud Pezeshkian, exministro de Sanidad. De estos, cinco son conservadores y uno reformista.
Los excluidos de las elecciones presidenciales
En contraste, figuras destacadas como el expresidente del Parlamento, Ali Larijani, y el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, quedaron excluidos una vez más. Tampoco recibieron la aprobación Abdolnaser Hemmati, exjefe del Banco Central, ni Eshaq Yahanguirí, vicepresidente de Rohaní.
Una representación moderada que depende de la participación electoral
El único candidato que representa a las facciones moderadas y reformistas es Masoud Pezeshkian, cuya posible victoria dependerá en gran medida de una alta participación electoral, según el analista Sina Toossi. Sin embargo, la afluencia a las urnas ha disminuido notablemente desde 2020, con una participación del 41% en las elecciones legislativas de marzo, la más baja en la historia de la República Islámica.
El sociólogo iraní Mohammad Fazeli señala que la entrada de Pezeshkian ha creado un escenario diferente en comparación con elecciones anteriores, donde no había opciones significativamente distintas entre los candidatos. No obstante, el activista Farrokh Negahdar, residente en Londres, advierte que, basándose en las experiencias de Jatamí y Rohaní, es predecible que, aunque Pezeshkian gane, no tendrá más poder que otros gobiernos de la República Islámica, con las decisiones estratégicas y vitales tomando lugar en otro ámbito.
El favorito para llegar al Gobierno
Por su parte, Mohammad Baqer Qalibaf es considerado el principal favorito. Con buenas conexiones en la Guardia Revolucionaria y tras haberse presentado sin éxito en las elecciones presidenciales de 2005 y 2013, y retirarse en 2017 para apoyar a Raisí, Qalibaf recibió este lunes elogios del ayatolá Jamenei, destacando sus cualidades como presidente del Parlamento, lo que marca la primera señal de apoyo del líder supremo en los primeros compases de la campaña electoral.