La Unión Europea busca endurecer su política migratoria antes de la implementación del Pacto de Migración y Asilo, aprobado en abril. En una reunión de ministros del Interior, países como España, Francia y Alemania pidieron acelerar la puesta en marcha del acuerdo, que impone mayores restricciones para la llegada de migrantes y distribuye a los solicitantes de asilo entre los Estados miembros cuando la presión migratoria aumenta. Sin embargo, 15 países, entre ellos Alemania y Francia, consideran insuficientes estas medidas y han propuesto un enfoque más estricto respecto a las expulsiones.
Debate sobre deportaciones y centros de migración
En la reunión celebrada este jueves en Luxemburgo, el tema central fue la política de deportaciones. Aunque no se alcanzaron conclusiones definitivas, el encuentro fue un anticipo para la discusión que se llevará a cabo la próxima semana en el Consejo Europeo. La política migratoria ha generado divisiones dentro de la UE, especialmente en un contexto de creciente presión migratoria en países como España y el auge de partidos de extrema derecha, como evidenció el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en el Parlamento Europeo.
El rol de la Comisión Europea en la reforma migratoria
La comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, indicó que la responsabilidad de impulsar cambios futuros en la política migratoria recaerá en la próxima Comisión Europea, que asumirá en diciembre. Johansson destacó que algunas cuestiones, como la directiva sobre retornos, no forman parte del pacto actual, pero deberán abordarse en el futuro.
Por su parte, el ministro de Interior húngaro, Sándor Pintér, insistió en la necesidad de agilizar las decisiones relacionadas con la deportación de migrantes, vinculando la migración con la delincuencia, aunque sin presentar pruebas.
Propuestas de reforma para la expulsión de migrantes
Antes de la reunión, 17 países del área Schengen firmaron un documento que solicita a la Comisión Europea una reforma de la normativa que regula los retornos de migrantes. Este texto, promovido por Austria y los Países Bajos, pide sanciones para los países terceros que no cooperen en el retorno de personas sin derecho a permanecer en la UE.
No obstante, el documento no incluye la propuesta de crear centros de procesamiento de solicitudes de asilo fuera de la UE, una idea que había sido discutida previamente por algunos Estados miembros y que Italia ya ha implementado en su acuerdo con Albania. A pesar de esto, Hungría ha aprovechado la ocasión para reintroducir el debate sobre esta medida.
Receptividad y oposición a soluciones innovadoras
Mientras que Francia se mostró receptiva a la exploración de soluciones innovadoras, aunque advirtiendo que algunas podrían ser inconstitucionales, España se mantiene firme en la necesidad de implementar el Pacto de Migración y Asilo lo antes posible. El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, enfatizó la importancia de avanzar con celeridad en la aplicación del pacto, alineándose con las declaraciones previas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.