Un estudio del Observatorio Francés de Migración y Demografía ha provocado cierta preocupación en la población francesa al divulgar cifras relacionadas con la inmigración y la integración, unos resultados inquietantes que revelan la erosión de la identidad francesa y el predominio de una identidad extranjera, particularmente entre las comunidades de inmigrantes.
El análisis también destaca la transmisión de la afiliación religiosa entre las familias, donde las familias musulmanas mantienen la religión de sus padres a una tasa significativamente más alta que las familias católicas cristianas. En este sentido, el 91% de las personas criadas en familias musulmanas siguen siendo musulmanas, en comparación con el 67% de las personas criadas en familias católicas.
Sumado a esto, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos y el Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia sitúan a la comunidad argelina en la cima de las comunidades musulmanas que viven en Francia y que siguen la religión heredada de sus familias. Según estas cifras, el 89% de los inmigrantes argelinos se declaran musulmanes, mientras que el 64% de la segunda generación también lo hace.
El uso de estadísticas ha sido aprovechado por círculos de la derecha en Francia, representados por la Fundación «Le Figaro» y su rama «Le Figaro Magazine», quienes han sacado artículos con títulos como: «Islamización por números: La inmigración acelerada fortalece la presencia islámica en Francia».
El propio director del Observatorio de Migración y Estadísticas Demográficas, Nicolas Pouvreau-Monti, ha contribuido a esta narrativa al presentar un análisis a Le Figaro Magazine sobre la relación entre los flujos migratorios y el aumento de demandas relacionadas con el Islam. Acusa a las comunidades musulmanas, especialmente a los argelinos, de negarse a integrarse en la sociedad francesa y de aferrarse a su identidad, evidenciado por la elección de nombres árabes e islámicos para sus hijos y el aumento en el uso del hiyab por parte de las mujeres.
Un momento de mayor radicalización
Estos resultados se vuelven aún más importantes por darse durante un momento crítico, con manifestaciones estudiantiles en universidades occidentales, incluidas las francesas, en apoyo a la causa palestina, mientras que por el otro lado, los sectores conservadores franceses han interpretado esto como un llamado a obstaculizar la llegada de miembros de comunidades musulmanas, especialmente argelinos, quienes han sido señalados como los principales responsables de la presunta islamización de la sociedad francesa.
Finalmente, las cifras revelan que durante los últimos 12 años, los argelinos, tunecinos y marroquíes han encabezado la obtención de tarjetas de residencia, seguidos de cerca por inmigrantes procedentes de la región del Sahel y otros países africanos, siendo la mayoría de ellos musulmanes, representando un 72%, en comparación con solo un 18% de otros países.
Según el Observatorio Francés de Migración y Demografía, todas estas comunidades musulmanas están contribuyendo al proceso de «islamización» de la sociedad francesa, lo cual es motivo de preocupación para la sociedad francesa, que se ha traducido en un continuo aumento del apoyo a partidos políticos de derecha.
