El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha confesado que se asustó cuando escuchó a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, decir que podría haber un “baño de sangre” y una “guerra civil” en Venezuela si pierde las elecciones el próximo domingo 28 de julio. La mayoría de los sondeos apuntan a la victoria de su opositor, Edmundo González.
“Me asusté con la declaración de Maduro de que si pierde las elecciones habrá un baño de sangre; quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre. Maduro tiene que aprender, cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”, dijo Lula en una entrevista con agencias de noticias internacionales difundida este lunes.
Lula aprovechó para lanzar una reprimenda pública contra el líder venezolano, alegando que la única manera de que Venezuela “vuelva a la normalidad” es “tener un proceso electoral que sea respetado por todo el mundo”. “Si Maduro quiere contribuir a resolver la vuelta del crecimiento económico en Venezuela, el regreso de las personas que salieron de Venezuela y establecer un Estado de crecimiento económico, tiene que respetar el proceso democrático”, añadió. Lula confirmó que viajará a Venezuela para seguir la jornada electoral.
Las palabras de Lula de este lunes suben el tono respecto a su postura sobre los comicios en Venezuela, hasta ahora tratada de manera más cauta y con pocas declaraciones públicas. “Que elijan al presidente que quieran”, se limitó a decir el presidente brasileño hace tan solo unos días.
Edmundo González agradece la postura de Lula
Edmundo González ha mostrado su gratitud por el mensaje del mandatario brasileño a través de las redes sociales. “Agradecemos las palabras del presidente de Brasil en respaldo a un proceso electoral pacífico y ampliamente respetado en Venezuela”, escribió en X.
Respecto a Venezuela, Lula ha defendido en todo momento los acuerdos alcanzados en los llamados Acuerdos de Barbados, que incluyen la plena participación de la oposición y resultados reconocidos por ambas partes. Cuando las autoridades venezolanas vetaron la candidatura de Carina Yoris, designada por María Corina Machado, quien a su vez fue inhabilitada por la Justicia, Lula lo calificó de “grave” y afirmó que no había explicación jurídica ni política para prohibir que un adversario sea candidato.
Lula y Maduro siempre han mantenido una relación formal. De hecho, desde que Lula asumió el poder en 2023, se ha esforzado en tender una mano a Maduro. Sin embargo, las declaraciones de Maduro sobre el «baño de sangre» y la «guerra civil» parecen socavar los límites de la paciencia de Lula.
En junio, Lula y Maduro hablaron por teléfono, y el brasileño subrayó la importancia de contar con una significativa presencia de observadores internacionales. Hace unos días, Celso Amorim, principal interlocutor entre Brasilia y Caracas, declaró en una entrevista que seguía la campaña en Venezuela con una mezcla de “preocupación y confianza”, lamentando especialmente la ausencia de observadores de la UE