El líder de la Francia Insumisa y uno de los referentes del nuevo Frente Popular, Jean-Luc Mélenchon. Getty Images
Francia tendrá difícil formar un gobierno de coalición de izquierdas. El partido de Jean-Luc Mélenchon, La Francia Insumisa (LFI), ha anunciado este lunes que se retira de las negociaciones con el resto de la izquierda para consensuar un candidato único a primer ministro en nombre de la coalición Nuevo Frente Popular (NFP). “Por el momento, no participaremos en ningún debate adicional sobre la formación de gobierno”, ha explicado el partido político en una nota de prensa.
La formación acusa al Partido Socialista francés, también integrado en el NFP junto a los ecologistas y comunistas, de “bloqueo político”. Ese “impás” provocado por los socialistas, advierten igualmente, no se solucionará con la “improvisación de una candidatura exterior”, como se había propuesto este lunes en primer secretario socialista, Olivier Faure, en una entrevista con la cadena pública France Info.
Veto a Huguette Bello
La formación de Mélenchon acusa a la dirección socialista de querer “imponer” su propia candidatura al NFP, argumentando que será “la única aceptable” para el presidente francés Emmanuel Macron, que es quien tiene la potestad de nombrar al primer ministro, aunque después pueda ser tumbado por la Asamblea Nacional.
LFI se refiere al rechazo por parte de los socialistas de la candidata a primera ministra de Huguette Bello, presidenta del consejo regional de La Reunión, que había sido propuesta por los comunistas y validada por los insumisos que, a sus ojos, “ella sigue siendo la mujer valiente que recuperó una región de la derecha y acogió en su mayoría a todos los componentes de la izquierda de la Reunión”.
Pero la formación de Mélenchon no entiende la negativa del PS que “rechazó sin explicación ni motivación” su candidatura. Una posición que cuestionan por si el partido “está ganando tiempo” para que la coalición “se rompa y renuncie al programa con el que fue elegido”.
Complicadas negociaciones en la izquierda
El último gran escollo en las complicadas negociaciones internas de la izquierda, que se prolongan desde el anuncio de los resultados del día 7 de julio, ha sido la designación de una candidatura única a la presidencia de la nueva Asamblea Nacional, que dará inicio a la nueva legislatura este mismo jueves.
“Basta de manipulaciones. Nuestra decisión es la siguiente: exigimos una candidatura única a la presidencia de la Asamblea Nacional y no reanudaremos los debates sobre nada más hasta que esto se haya resuelto”, ha manifestado Mélenchon en la red social X.
En este sentido, también recriminan las actitudes de la dirección socialista, quienes mantienen su apoyo al primer secretario Olivier Faure bajo el argumento de que necesitan a un primer ministro más moderado en los acuerdos parlamentarios con el resto de formaciones políticas.