El reciente ataque con drones contra las instalaciones de la enorme central de Zaporiyia en Ucrania ha generado alarma entre los expertos del organismo de control atómico de Naciones Unidas, quienes advierten sobre el riesgo de un «accidente nuclear grave».
Bajo control de fuerzas rusas
Ubicada en el sureste de Ucrania, en la línea del frente del conflicto entre Rusia y Ucrania, la central de Zaporiyia cayó bajo el control de las fuerzas rusas poco después del inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022 y ha estado bajo ocupación desde entonces.
Un nuevo ataque con drones contra la central ha dejado a tres personas heridas, lo que ha avivado las tensiones entre las partes involucradas. Moscú acusa a Ucrania de estar detrás del ataque, mientras que Kiev niega toda responsabilidad.
El peligro de estos ataques
El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha calificado el ataque como «temerario» y «una escalada importante de los peligros para la seguridad nuclear» en la central de Zaporiyia.
El OIEA ha confirmado que el ataque con drones provocó «impacto físico» en la central, incluso alcanzando uno de los reactores. A pesar de esto, la administración rusa de la central asegura que los niveles de radiación se mantienen normales y que no hay daños graves. A pesar de que el Organismo ha afirmado que los daños no representan una amenaza inmediata para la seguridad nuclear, ha advertido sobre el potencial de socavar la integridad del sistema de contención del reactor.
Acusaciones entre ambos países
Tanto Rusia como Ucrania se culpan mutuamente por el ataque, exacerbando la tensión en la región. Mientras Rusia afirma que Ucrania está detrás del incidente, Kiev niega cualquier participación y acusa a Rusia de poner en riesgo la central y el medio ambiente.
La central más grande de Europa
Esta central, construida entre 1984 y 1995 es la novena más grande del mundo y la primera de Europa. Posee 6 reactores y cada uno produce un total de 5.7000W, una energía equivalente a la que consumen cuatro millones de hogares. Antes de la guerra, la planta producía el 20% de la electricidad de Ucrania, siendo la mitad de la energía generada por el resto de las instalaciones nucleares del país.