En un clima de creciente tensión, Polonia se prepara para un posible ataque ruso, un escenario que, según el ministro de Asuntos Exteriores Radoslaw Sikorski, no sorprendería a los ciudadanos polacos debido a los antecedentes históricos. Sin embargo, tanto el gobierno polaco como sus fuerzas armadas están tomando medidas proactivas para evitar cualquier agresión.
Fortificación de la frontera del país
En consonancia con los esfuerzos de los países bálticos, Polonia ha lanzado el proyecto «Eastern Shield» (Escudo Oriental), una ambiciosa iniciativa anunciada por el primer ministro Donald Tusk durante la conmemoración del 80 aniversario de la batalla de Monte Cassino. Este proyecto, con una inversión de 10.000 millones de zlotys (más de 2.300 millones de euros), busca fortificar la frontera oriental del país.
Más de 400 kilómetros y dos fronteras
“Estamos lanzando un enorme proyecto para construir una frontera segura, con sistemas de fortificación, ingeniería y decisiones ambientales que harán esta frontera intransitable para cualquier enemigo potencial”, declaró Tusk. El objetivo es que esta línea defensiva de 400 kilómetros, que abarca las fronteras con Kaliningrado y Bielorrusia, sea una barrera impenetrable tanto en tiempos de paz como de guerra.
Nuevos métodos adaptados a los nuevos tiempos
El proyecto no se asemejará a la obsoleta Línea Maginot de la Segunda Guerra Mundial. En su lugar, empleará estrategias modernas, utilizando el terreno natural para dificultar la maniobrabilidad de las fuerzas militares rusas y bielorrusas. Esto incluirá la construcción de fortificaciones de campo, puntos fuertes, trincheras, bloques de hormigón armado, trampas antitanques, vallas de alambre de púas y más.
Rampas, refugios, almacenes para munición…
Además, se desarrollarán nuevas infraestructuras para facilitar el movimiento de las fuerzas de la 18ª División de Polonia, incluidos tanques Abrams y K2 Black Eagle. Las defensas incorporarán rampas elevadas y refugios para tanques, así como depósitos cubiertos para almacenar explosivos, municiones y materiales de ingeniería.
Tecnología de última generación
La tecnología también desempeñará un papel crucial en esta obra de defensa. Una constelación de sensores avanzados, incluyendo radares, cámaras térmicas, sensores acústicos, detectores sísmicos y herramientas de reconocimiento electrónico, se desplegará a lo largo de toda la frontera para detectar y rastrear cualquier movimiento enemigo. Estas medidas se complementarán con torres de observación, mástiles sensores y otros sistemas de monitorización.