En un encuentro sin precedentes, representantes de Moscú y Kiev se reunieron en Catar para abordar la devolución de menores que fueron separados de sus familias debido al conflicto en Ucrania, según anunció el jueves María Lvova-Belova, comisionada para los Derechos del Niño en Rusia, quien enfrenta órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI).
El presidente y la comisionada investigados
De hecho, tanto Lvova-Belova como el presidente ruso, Vladímir Putin, están siendo investigados por la CPI, que los acusa de deportar ilegalmente a niños desde las zonas ocupadas en Ucrania hacia Rusia, lo que constituye un crimen de guerra.
Declaraciones rusas
«Con la mediación de Catar hoy se celebraron las primeras negociaciones presenciales con la parte ucraniana, donde se debatió la ayuda a las familias que quieren reunirse«, expresó Lvova-Belova a través de su canal de Telegram.»Es un día significativo. Llegué a Doha por invitación de Catar, desde octubre trabajamos en la reunificación familiar«, añadió la comisionada, agradeciendo los esfuerzos del estado catarí.
Cifras desmentidas por Rusia
Según la comisionada, se abordó la situación de 29 niños residentes en Rusia y 11 en Ucrania que esperan reunirse con sus familiares: «como vemos, no se habla de miles de niños ‘deportados’, estas cifras no son más que un mito. Y es importante que Catar sea testigo de esto«, subrayó.
Acusaciones a Europa
Por su parte, desde Moscú, la portavoz de Exteriores, María Zajárova, aprovechó la ocasión para acusar a Kiev y a Occidente de politizar el destino de los niños ucranianos: «todo esto es falso, son maquinaciones e intrigas políticas, un montaje más. Tras toda estas pseudoiniciativas, dirigidas en realidad a conseguir sus propios intereses egoístas, se pierden los problemas reales de los niños. A nadie en Occidente ni Ucrania le interesa el destino real de estos niños«, afirmó.
¿Ucrania pide ayuda a Rusia?
Zajárova contrastó esta situación con los casos de separación familiar promovidos por las autoridades europeas respecto a familias ucranianas, cifrando en 255 los casos: «los ciudadanos ucranianos que perdieron la esperanza de recuperar a sus hijos, literalmente perdidos en la UE, solicitan ayuda a las instituciones diplomáticas rusas, ya que las embajadas de Ucrania les niegan apoyo«, apuntó.
Realidad de los niños ucranianos
La guerra en Ucrania ha dejado un saldo desgarrador en los más vulnerables: los niños. Según datos proporcionados por UNICEF, desde febrero de 2022 más de 1.800 niños han perdido la vida o han resultado heridos durante los ataques rusos en el país. Para muchos de estos niños, la devastación no se limita a las heridas físicas; han presenciado la destrucción de sus hogares y han sufrido la pérdida de seres queridos, experiencias que dejan una huella imborrable en su infancia.
La guerra también está dejando secuelas profundas en el bienestar mental de los pequeños ucranianos. Se estima que alrededor de 1,5 millones de niños en Ucrania enfrentan riesgos significativos de desarrollar depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático y otros problemas de salud mental como resultado directo de la violencia y el caos que los rodea. Estos efectos, tanto en su salud física como mental, podrían tener implicaciones a largo plazo en su desarrollo y calidad de vida.