Varios miembros del movimiento reunificacionista puertorriqueño han pedido en la ONU que Puerto Rico vuelva a ser una provincia o comunidad autónoma de España. En representación de esta corriente, Annette Falcón, parlamentaria de Adelante Reunificación, ha expresado el deseo de una parte de la población de Puerto Rico de “volver a España para conservar nuestro idioma nuestra cultura y nuestras costumbres puertorriqueñas”, oponiéndose al actual reconocimiento de Puerto Rico como un Estado Libre Asociado de Estados Unidos.
La propuesta parte de un creciente movimiento en Puerto Rico, conocido como los reunificacionistas, que poco a poco está ganando fuerza y atrayendo la atención tanto en la isla como en el extranjero. Estos activistas abogan por la integración de Puerto Rico con España, proponiendo una reunificación con la madre patria tras más de un siglo de separación política y cultural.
El movimiento reunificacionista tiene sus raíces en un creciente descontento con el estatus político actual de Puerto Rico. Desde que se convirtió en un territorio de Estados Unidos en 1898, Puerto Rico ha experimentado múltiples oleadas de debate sobre su futuro político. La discusión ha oscilado entre la estadidad, la independencia y el mantenimiento del estatus de Estado Libre Asociado. Sin embargo, en los últimos años, una cuarta opción ha emergido: la reunificación con España.
La propuesta de reunificación ha generado una respuesta mixta en la isla. Mientras algunos puertorriqueños ven con buenos ojos la idea, considerando los beneficios culturales y económicos de ser parte de la Unión Europea a través de España, otros la rechazan rotundamente. Los críticos argumentan que la reunificación es una solución anacrónica y poco práctica, debiéndose poner el foco en resolver los problemas actuales dentro del marco de la relación con Estados Unidos.
Falcón y su grupo han pedido un referéndum vinculante en el que Estados Unidos y España reconozcan el resultado. “Solicitamos un plebiscito reconocido por el Congreso de EE.UU., España y Puerto Rico y estamos convencidos de que los altos valores y principios democráticos de nuestros representantes políticos prevalecerán por el bien de todos los boricuas”, señalaba durante su intervención.
El gobierno español ha mantenido una postura cautelosa respecto a la cuestión. Fuentes diplomáticas han indicado que cualquier discusión sobre reunificación debe partir del consenso y la voluntad democrática del pueblo puertorriqueño. Por su parte, en Washington, la propuesta ha sido recibida con escepticismo, considerándola como una expresión más de las complejidades del estatus político de la isla.