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Donald Trump ha anunciado a Pam Bondi como su elección para ocupar el cargo de fiscal general de Estados Unidos. La decisión llega tras la retirada de la candidatura de Matt Gaetz, quien enfrentó la oposición de senadores republicanos debido a sus escándalos sexuales y acusaciones de consumo ilegal de drogas. Bondi, de 59 años, es una exfiscal general de Florida con amplia experiencia legal, en contraste con Gaetz, quien carecía de esa formación.
«Me enorgullece anunciar a la exfiscal general del Gran Estado de Florida, Pam Bondi, como nuestra próxima fiscal general«, declaró el presidente electo en su red Truth Social. El presidente electo destacó su trayectoria en la lucha contra el crimen y el abuso de drogas, describiéndola como «una luchadora de América Primero».
Trayectoria política y lealtad al trumpismo
Bondi ha sido una aliada cercana de Trump desde hace años. Participó en su defensa durante el primer juicio político y formó parte del equipo legal que buscó impugnar los resultados de las elecciones de 2020. También ha sido una figura destacada en eventos pro-Trump, como la convención republicana de 2016, donde respaldó los cánticos de «¡Enciérrenla!» contra Hillary Clinton.
Durante su tiempo como fiscal general de Florida (2011-2019), Bondi lideró iniciativas controvertidas, como los intentos de declarar inconstitucional la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) y la oposición a derechos de la comunidad LGBT, incluido el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Controversias en su historial
Aunque su perfil no está exento de controversias, la fiscal parece tener un camino más despejado para su confirmación en el Senado que Gaetz. Entre las sombras en su historial se encuentran acusaciones sobre la legalidad de las contribuciones a sus campañas y vínculos con la iglesia de la Cienciología. Además, en 2013 se disculpó públicamente por retrasar la ejecución de un condenado a muerte debido a un evento de recaudación de fondos.
Bondi también enfrentó acusaciones de soborno por una donación de campaña de 25.000 dólares recibida de Trump en 2013, en medio de preguntas sobre una investigación relacionada con la Universidad Trump. Sin embargo, en 2017 se determinó que no había pruebas suficientes para proceder con el caso.
Primeros desafíos como fiscal general
Entre las tareas iniciales estará decidir el destino de los casos federales en los que Trump ha sido imputado, incluidos los relacionados con documentos clasificados en Mar-a-Lago y su intento de anular las elecciones de 2020. El republicano ya ha adelantado que su intención es despedir al fiscal especial Jack Smith, aunque esa decisión podría recaer finalmente en Bondi.
Otro asunto prioritario será evaluar el alcance de los indultos que el magnate prometió en campaña para los procesados por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, a quienes el expresidente calificó como «patriotas» y «presos políticos».
El perfil de Bondi como pieza clave del equipo de Trump
Bondi se une a un grupo de aliados cercanos de Trump que han transitado entre su equipo legal y el Departamento de Justicia. Otros nombres destacados son Todd Blanche, Emil Bove y John Sauer, quienes recientemente asumieron altos cargos en la administración entrante.
La propuesta de Bondi refuerza el carácter revanchista que Trump ha prometido para su nueva presidencia. Con su nombramiento, el presidente electo busca consolidar un Departamento de Justicia alineado con su visión política, priorizando el respaldo a sus políticas y la defensa de sus intereses.