La política del Partido Laborista sobre Gaza ha generado una ola de descontento entre los miembros musulmanes, provocando que muchos candidatos seguidores de la religión islámica decidan presentarse como independientes en las próximas elecciones generales, reflejando una fractura de gran calado dentro del partido y un riesgo en su cohesión que dificultará su papel en las elecciones de 2024, programadas para el 4 de julio.
La decisión del partido de mantener una postura moderada sobre el conflicto en Gaza ha sido recibida con críticas por parte de sus miembros musulmanes y activistas propalestinos. Estos grupos consideran que la formación no ha mostrado suficiente apoyo a la causa palestina, una cuestión de gran importancia para muchos votantes musulmanes en el Reino Unido. Esta falta de posicionamiento ha empeorado en gran medida la percepción de los laboristas, que se ve como insuficiente en su condena de las acciones israelíes.
Candidatos independientes
No obstante, el problema no ha sido únicamente para los votantes, que veían en el Partido laborista su afiliación natural, sino también en los propios candidatos del partido. En respuesta a esta situación, varios miembros prominentes de la comunidad musulmana han decidido abandonar el partido y presentarse como candidatos independientes.
Con este movimiento buscan representar mejor las inquietudes de sus comunidades y ofrecer una alternativa a los votantes desilusionados con los laboristas. La aparición de estos candidatos independientes podría fragmentar el voto tradicionalmente leal a la formación laborista en distritos con alta población musulmana, afectando potencialmente los resultados electorales en varias circunscripciones clave.
Históricamente, el voto musulmán ha sido un bastión sólido para el partido de centroizquierda. En las elecciones de 2017, el 85% de los votantes musulmanes apoyaron a los laboristas, no obstante, esta cifra ha disminuido en los últimos años debido a una serie de controversias y percepciones de insensibilidad hacia las preocupaciones de esta comunidad. Con la cuestión de la Guerra de Gaza, estas dudas de los votantes musulmanes han aumentado significativamente, provocando la deserción de votantes y candidatos musulmanes.
Reacciones dentro del partido
Desde la dirección del partido se ha intentado minimizar el impacto de este abandono, argumentando que su postura sobre Gaza busca un equilibrio responsable entre las preocupaciones humanitarias y la política exterior británica. Sin embargo, muchos dentro del partido temen que esta estrategia resulte insuficiente para retener a los votantes musulmanes descontentos. Algunos miembros del partido han abogado por una postura más firme y clara en apoyo a Palestina para reconectar con esta base electoral.
El líder de los laboristas, Keir Starmer, se enfrenta a un desafío significativo en la gestión de esta crisis. Su liderazgo ha sido cuestionado en varias ocasiones, sobre todo, tras la infame entrevista radiofónica en la que sugirió que Israel tenía derecho a cortar el suministro de electricidad y agua en Gaza. Starmer luego aclaró lo que quiso decir, insistiendo en que «estaba diciendo que Israel tenía derecho a la autodefensa… No estaba diciendo que Israel tenía derecho a cortar el agua, la comida, el combustible o las medicinas», sin embargo, la confianza en el líder del partido no se recuperó por completo. En Este sentido, la capacidad de Starmer para unificar al partido y presentar un frente cohesionado será esencial para las perspectivas electorales del Partido Laborista en 2024.