Fotografía: Agencia EFE
Casi todas estas personas (199.081) han sido acogidas bajo el paraguas de la normativa europea de protección temporal, un mecanismo de la UE creado en 2001 pero que no se había activado hasta ahora y que permite de forma inmediata residir, trabajar, recibir asistencia médica y estudiar durante un año -prorrogable hasta tres- sin necesidad de pedir asilo.
Estas cifras colocan a España como el quinto país de la Unión que mas ciudadanos ucranianos ha amparado, elemento que desde el Gobierno de España se denomina como una «respuesta ejemplar» a la gran crisis humanitaria que se encuentra sufriendo el país desde el invasión rusa.
Según ha señalado en una entrevista con EFE la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, España ha mostrado una actitud intachable en relación con las víctimas del conflicto. Cancela ha determinado que España ha actuado «con empatía y capacidad de país.(…) una seña de identidad de España». Y es que «Se nos conoce en el mundo por ser un país tremendamente solidario», ha rematado.
¿Quiénes han venido a España?
Ahora bien, es importante conocer también el perfil de persona que ha llegado a España. De acuerdo con los datos oficiales, existe una gran preponderancia de mujeres y niños, como suele ser lógico en estas situaciones, entre las personas desplazadas provenientes de Ucraniana en todo el territorio de la UE.
De nuevo remitiéndonos a los datos oficiales, el perfil de persona desplazada por esta guerra que llega a España es el de una mujer (61,2 % de los casos), de 31 años y con estudios superiores (el 60 %).
Después de ellas, los menores de 18 años son los que engrosan la lista de solicitantes de protección en España (el 31,37 % del total): 1.769 de ellos han llegado hasta el país no acompañados y, entre ellos, se han detectado 3.503 casos en riesgo activo.
La integración de la población
En la actualidad, muchas de estas personas todavía no han conseguido integrarse plenamente en la sociedad española, aunque las cifras muestran un claro aumento del número de personas con trabajo y vivienda habitual.
Esto se puede observar en el número de refugiados que se encuentran trabajando –20.500 personas, de los cuales el 53 % son mujeres, que ejercen en sectores como la hostelería, la construcción y el comercio- y de niños escolarizados, 29.500.
«Y es destacable que eso se hizo en un periodo récord, fue una respuesta muy inminente», señala la secretaria al recordar las primeras semanas de esta crisis, en las que llegaban más 8.000 personas al día.