Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), ha iniciado una remodelación en la dirección del partido con el objetivo de reforzar una oposición más contundente al Gobierno de Pedro Sánchez. La estrategia, que incluye dar mayor protagonismo a figuras como Ester Muñoz, es una estrategia de endurecimiento del tono político y una apuesta por intensificar la confrontación con el PSOE, en un 2025 que para el PP estará marcado por escándalos de corrupción y procedimientos judiciales que podrían afectar al entorno del presidente del Gobierno.
Cambios estratégicos: Muñoz gana protagonismo y Sémper se queda en la retaguardia
El desplazamiento de Borja Sémper, hasta ahora portavoz principal del PP, en favor de Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación, evidencia un cambio de prioridades en la comunicación del partido. Muñoz, ampliamente conocida por su discurso firme, ha asumido un papel más visible, consolidándose como uno de los nuevos rostros del mensaje renovado del PP.
En sus recientes declaraciones, Muñoz advirtió que 2025 será “peor” que 2024 para Pedro Sánchez, refiriéndose a los procesos judiciales abiertos que afectan a su entorno familiar y político. Este mensaje fue reforzado por el propio Feijóo, quien en su balance de 2024 predijo un año lleno de desafíos judiciales para el Ejecutivo, describiendo el futuro de Sánchez como “entre tribunales y Waterloo”.
En el lado opuesto, la reestructuración ha dejado en una posición incierta a Borja Sémper, quien fue fichado para aportar serenidad al discurso del PP. Su papel ha sido minimizado en los últimos meses, con críticas de sectores internos, que lo perciben como «demasiado moderado» frente a un contexto político cada vez más polarizado.
Un discurso más duro y coordinado
La remodelación interna busca fortalecer la línea dura del partido, representada por figuras como Miguel Tellado, Cuca Gamarra y Juan Bravo; todos ellos han adoptado un discurso mucho más confrontativo que en el pasado. Aparentemente, la dirección del partido apuesta por un mensaje más agresivo y crítico frente al Gobierno, en contraste con la moderación inicial de Feijóo al asumir el liderazgo del PP en 2022.
La estrategia incluye destacar los escándalos y negligencias del Ejecutivo, como la gestión de la DANA en Valencia, que el PP ha señalado como un ejemplo de incompetencia gubernamental. Ester Muñoz fue especialmente incisiva al abordar este tema en el Congreso, posicionándose como una voz clave en la oposición.
Aunque el endurecimiento del discurso es evidente, Feijóo insiste en mantener una “oposición propositiva”, basada en la presentación de alternativas políticas. En 2025, el PP planea llevar al Congreso iniciativas como una nueva Ley de Vivienda, buscando diferenciarse de lo que denominan el “inmovilismo” del Ejecutivo.
Sin embargo, la dirección popular también es consciente de que sus opciones para impulsar cambios legislativos dependen de alianzas parlamentarias. Feijóo ha reconocido la necesidad de acuerdos con partidos como Junts y el PNV, lo que ha generado tensiones internas, especialmente con sectores críticos como el liderado por Isabel Díaz Ayuso.