El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, criticó a Sánchez el jueves, señalando que «Puigdemont manda, es el único que sabe cuánto dura esto», en relación al difícil martes en el Congreso, cuando Junts bloqueó varias iniciativas del PSOE. Durante la inauguración de una escuela infantil en Casarrubios del Monte (Toledo), García-Page reiteró sus críticas hacia la posición de Junts sobre la financiación autonómica, luego de que el Congreso rechazara la propuesta del Gobierno de España sobre el techo de gasto, paralizando la aprobación de los Presupuestos Generales de 2025 y debilitando aún más la legislatura de Sánchez.
«Espero que algunos ya se hayan dado cuenta de que Puigdemont no paga, sólo cobra», comentó Page, refiriéndose al líder de Junts tras el conflictivo martes en el Congreso. Este movimiento de Junts dejó la legislatura en una situación incierta, demostrando que están dispuestos a dejar de apoyar al Gobierno de Sánchez.
Ese mismo martes, Junts también rechazó la reforma de la Ley de Extranjería impulsada por Pedro Sánchez y sus socios en el Congreso, que buscaba establecer un reparto obligatorio de menores migrantes no acompañados (Menas) entre las comunidades autónomas para aliviar la presión en zonas como Canarias.
García-Page criticó nuevamente la posibilidad de acuerdos con la formación nacionalista catalana sobre la financiación autonómica, afirmando que un reparto desigual de recursos «sería la negación del Estado» y «la puntilla directa a cualquier planteamiento de izquierdas».
«A mí incluso me da vergüenza que se tenga que hablar con gente que habla con ese descaro de la caja, de quedarse con lo que es de todos», agregó, refiriéndose a las negociaciones del martes por la mañana entre Junts y el PSOE.
El presidente de Castilla-La Mancha argumentó que «básicamente el 95% de lo que nos corresponde gestionar a las autonomías» son servicios sociales como sanidad y educación. «Las autonomías no tienen por qué tener embajadas, por eso algunos derrochan, teniendo lo que ya tiene España, las autonomías no deben tener caprichos», dijo en clara referencia a los independentistas catalanes.
Tomando como ejemplo la inauguración de la escuela infantil, García-Page advirtió que un desequilibrio en la financiación autonómica «podría significar que las 11 escuelas infantiles de las que he hablado tengamos que pararlas, y no es demagogia, o podría significar literalmente que tengamos que dar aplazamientos a muchos otros proyectos». Por esta razón, destacó la necesidad de una «justa financiación» para las comunidades autónomas.
Finalmente, García-Page aseguró que tomarán medidas para evitar un modelo de financiación que cause desequilibrios entre las regiones. «No vamos a consentir ni que tengan la llave ni la copia de la llave y menos aún, la caja común», concluyó.
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