Imagen: Agentes de los Mossos D´Esquadra-EFE
El pasado agosto se cumplieron siete años de los atentados yihadistas cometidos en Barcelona y Cambrils. En aquel momento la preocupación por el terrorismo, como es lógico, se disparó considerablemente, pero en la actualidad no aparece entre las principales inquietudes de los catalanes. Sin embargo, la amenaza terrorista es preocupante. Es más, según datos difundidos este verano por la Comisaria General de Información de los Mossos d’Esquadra, los casos por radicalización violenta aumentaron el año pasado a 189 (un 8% más que el año anterior), estando relacionados con el yihadismo el 62%.
Ahora, un informe de los Mossos ha hecho saltar las alarmas entre los propios agentes. Y es que ellos mismos se habrían convertido en el primer objetivo de los radicales del Estado Islámico. Según este documento interno elaborado por la Unidad Central de Investigación de Radicalismo en la Red (UCIRAX), se han detectados mensajes violentos que alientan ataques contra los efectivos autonómicos y brindan incluso instrucciones para cometerlos. Así, se anima a atacar a los agentes en situaciones en las que estén «desprevenidos», como en las comisarías o cuando llevan a cabo el «cambio de turno». También, cuando se hallan en el interior de sus vehículos.
Otro plan de actuación significativo es el que propone provocar incendios forestales y tender una emboscada a los servicios de emergencia. Asimismo, los islamistas recomiendan disparar a los miembros de la policía catalana con fusiles AK-47. El motivo es que los proyectiles de este arma son capaces de atravesar los chalecos antibalas de los Mossos. Ante este escenario, el dosier recuerda la importancia de que todos los miembros de este cuerpo policial cumplan con «medidas de autoprotección». Una instrucción en la que también se insistió en la última reunión del Gabinete de Coordinación Antiterrorista, donde se avanzó el peligro que corrían los Mossos.
La alerta en Cataluña está en un 4 sobre 5
En este encuentro, celebrado a finales de octubre y dirigido por la ‘consellera’ de Interior Núria Parlon, se avisó de que la amenaza terrorista se había multiplicado tras los atentados de Hamás el año pasado. Consecuentemente, la alerta por este motivo se mantenía en la comunidad catalana en un 4 reforzado sobre 5.
Asimismo, alertaba de que, además de las sinagogas o monumentos emblemáticos como la Sagrada Familia, la policía se había convertido en blanco predilecto de los radicales. Una estrategia que los terroristas están siguiendo aquí y en otros países, pues les resulta rentable la conmoción que estos asesinatos despiertan en la población. Así, los expertos del acto recomendaron intensificar la vigilancia y protección de las jefaturas policiales.