El clima se torna cada vez más tenso alrededor de Íñigo Errejón, quien, el próximo 8 de enero, deberá enfrentar un nuevo juicio. Esta vez, la disputa gira en torno a la supuesta vulneración del honor de un hombre de 67 años que lo había denunciado previamente por haberle propinado una patada en el estómago. El incidente, según consta en documentos judiciales, tuvo lugar en el barrio madrileño de Lavapiés tras un mitin de cierre de campaña.
En el año 2021, el jubilado presentó una denuncia formal contra el exlíder de Más País, alegando una agresión física. Sin embargo, después de un largo proceso de investigación, el tribunal decidió absolver a Errejón debido a la falta de pruebas concluyentes. Margarita Valcarce, jueza del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, reconoció que existían indicios para abrir el juicio, pero el caso terminó sin una condena al político. A pesar de esta absolución, la sentencia no desestimó la denuncia como “falsa”; de hecho, subraya que el tribunal, en virtud del principio de presunción de inocencia, optó por exonerar a Errejón, pero aclaró que “alguna de las partes no dice la verdad, sin determinar quién”, según explica Carlos de Arco, abogado del jubilado.
La absolución de Errejón no logró, sin embargo, cerrar el caso en el ámbito mediático. El propio político, durante diversas apariciones en televisión, tildó la denuncia como “una barbaridad” y aseguró que los jueces habían demostrado que era mentira. Sin embargo, estas declaraciones han sido señaladas por el jubilado como una vulneración a su honor, en especial por los calificativos que Errejón le dirigió públicamente.
La respuesta del jubilado y su entorno
El jubilado, conocido en su comunidad por haber gestionado un taller de cerrajería durante más de cuatro décadas, se ha visto gravemente afectado por esta situación. Su abogado argumenta que las palabras del exdiputado no solo han dañado su honor, sino que también lo han expuesto a una situación de estrés y deterioro emocional. Según el escrito presentado ante el juzgado, el demandante ha enfrentado señalamientos de sus propios vecinos, quienes lo han tachado de “mentiroso y delincuente” tras las acusaciones vertidas en su contra.
La defensa del jubilado recalca que el impacto no es menor y que, a sus 67 años, su representado se encuentra en un estado de vulnerabilidad que lo expone a un daño moral difícilmente reparable. Como compensación por los perjuicios ocasionados, Arcoser Abogados, el despacho que representa al jubilado, ha solicitado que Errejón pague 25.000 euros.
En un intento por resolver el conflicto de manera amistosa, el abogado del jubilado había propuesto una conciliación previa. Sin embargo, Errejón no se presentó a la cita, lo que cerró cualquier posibilidad de acuerdo extrajudicial. De la misma forma, en la audiencia celebrada el pasado 3 de julio, las partes tampoco alcanzaron ningún pacto, hecho que precipitó la apertura de un juicio para determinar si Errejón es responsable de vulnerar el honor de su denunciante.