Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, ha mostrado su indignación contra la política medioambiental del Gobierno central que se ha estado aplicando en los últimos años.
Esta política medioambiental, a su parecer, ha agravado los efectos y las consecuencias de la DANA que arrasó hasta dieciséis municipios de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. En su reflexión, Aguado, lamenta que la filosofía empleada por los responsables de la limpieza de cauces y barrancos ha sido muy crítica: “El ecologismo radical mata”.
Aguado ha explicado en un artículo que “un absurdo pseudoecologismo radical ha impedido que se hiciera lo que el sentido común y la ciencia apremian. Despegar los pies de la tierra y escribir en el aire, pensar que se debe dejar todo natural y aprobar leyes de la huerta sin tener en cuenta a las personas que hacen posible esa huerta, o leyes de restauración de la naturaleza que destruyen la agricultura, ese ecologismo radical, como hemos visto, mata”.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores ha hecho alusión a la Ley de la Huerta, aprobada por Ximo Puig, que impidió que se hicieran infraestructuras de encauzamiento del temido barranco del Poyo.
El agricultor ha recordado la riada de 1957 sucedida en Valencia
Aguado, ha lamentado la imprevisión política porque “a priori, sabes que una DANA es un fenómeno que va a provocar problemas. Desconoces exactamente cuántos litros van a caer por metro cuadrado, o qué zonas concretas van a ser las más castigadas. Pero esta parte del Mediterráneo es propensa a estos temporales, han ocurrido siempre y lo más seguro es que vuelvan a suceder”
En su artículo, Aguado denuncia que las lecciones del pasado no se han aprendido. Por este motivo recuerda la riada de 1957 y que arrasó Valencia también: “los valencianos aprendimos que había que evitar que la lluvia volviera a arrasar la ciudad y se hizo un cauce nuevo del río Turia. Pero en los últimos años los gobernantes parecían haber olvidado la lección y no hicieron prácticamente nada a pesar de las advertencias que veníamos diciendo desde AVA-Asaja”.
Así mismo, ha señalado que la DANA ha puesto de relieve que “necesitamos más infraestructuras de almacenamiento, retención y conducción de agua que hubieran minimizado el impacto. ¿Cuánto tiempo llevamos hablando de construir una presa en Vilamarxant, una presa en Cheste o una conexión de los distintos ríos y barrancos? Fijaos en el papel que hizo la presa de Forata: ¿si no llega a estar, qué más hubiera pasado?”.