Imagen de archivo de Carlos Mazón después del altercado producido este domingo. Rober Solsona
La falta de previsión del Gobierno de Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana es ya un hecho. Ya no solo la vista gorda sobre los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), sino también las informaciones de las conferencias hidrográficas. Concretamente, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha sido la última que ha salido a desmentir a Mazón.
En una entrevista en la cadena COPE este lunes, Mazón ha intentado defenderse de las críticas sobre la tardanza en avisar masivamente del peligro a la población a través de los teléfonos móviles, cuando las lluvias causadas por la DANA se llevaron por delante la vida de cientos de personas. Mazón ha asegurado que el aviso desde el Centro de Coordinación de Emergencias no se envió antes porque la CHJ desactivó hasta “tres veces la alerta hidrológica: a la una, a las tres y a las cuatro” y no hasta “las siete menos cuarto”, es decir, una hora y media antes de que se enviara el mensaje a los móviles de los ciudadanos.
Lo cierto es que las alertas hidrológicas ante situaciones en las que se pueden producir inundaciones no las activa la confederación o Aemet, sino el Centro de Emergencias, que es el que centraliza la información que recibe desde distintos ámbitos. Eso sí, para poder activar las alertas hidrológicas los centros de emergencias cuentan con la valiosa información proporcionada por Aemet y, en este caso, la confederación del Júcar, donde se encuentran los municipios más golpeados por la DANA.
La confederación cuenta con un Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) que hace un seguimiento automatizado de los caudales en el que la información se actualiza automáticamente. Pero cuando se superan determinados umbrales (150 metros cúbicos por segundo en este caso), se envían emails a Protección Civil. Ese fatídico martes los técnicos de la confederación enviaron cinco correos electrónicos. En el primero y el último se alertó de que la crecida de las aguas estaba siendo “muy rápida”; en los otros tres se apuntaba a un descenso del caudal. Pero, en cualquier caso, confirman que la confederación no activó ni desactivo ninguna alerta hidrológica, porque no es su competencia hacerlo, recalcan desde el Ministerio para la Transición Ecológica.
Las competencias de las confederaciones hidrográficas
“Ante la primera crecida del Barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12:30 horas del martes 29 de noviembre, el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana emitió la alerta hidrológica. En esa alerta se advertía a la ciudadanía del peligro de acercarse a riberas y barrancos. Este peligro venía precedido por una alerta roja de la Aemet emitida a las 7:31 horas de la mañana del martes», subrayaban desde la CHJ.
Según recuerda la CHJ en el comunicado enviado este lunes tras las declaraciones de Mazón: «En las siguientes horas, los datos reflejan una disminución progresiva del caudal del Barranco del Poyo: • 12:07 h. – 264 m3/s • 13:20 h. – 120 m3/s • 14:35 h. – 55,86 m3/s • 15:50 h. – 28,70 m3/s . Estos datos no supusieron ninguna desactivación de la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valencina. Son únicamente datos objetivos de medición de aforo. A partir de las 17 horas se detecta un aumento brusco del caudal del Barranco del Poyo. A las 17:30 horas alcanza el mismo nivel de aforo que motivó la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana del mediodía. Sin embargo, esta vez las autoridades autonómicas no emitieron una nueva alerta».