El partido político Sumar se configuró como una coalición progresista surgida como una fuerza renovadora en el panorama político español, agrupando a diversos partidos minoritarios liderados por Yolanda Díaz, que en el momento de su creación se presentaba como una candidata muy válida para suceder a Pablo Iglesias y competir contra el PSOE por el voto de izquierdas en España.
A pesar del empuje inicial, actualmente se enfrenta a una serie de guerras internas que amenazan con fracturar su estructura y debilitar su influencia. Por el momento, estos conflictos han provocado la salida de Yolanda Díaz de la Dirección de Sumar.
El partido Sumar fue fundado con el objetivo de unificar a las diversas facciones de la izquierda española, incluyendo a partidos menores y movimientos sociales como Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo y Alianza Verde. Desde su creación, ha buscado posicionarse como una alternativa viable frente a los partidos tradicionales. Sin embargo, la diversidad, que en un principio parecía ser su mayor fortaleza, ha revelado profundas divisiones internas.
La pugna por el liderazgo entre Podemos y Sumar
En este sentido, Yolanda Díaz, una de las figuras más prominentes y carismáticas de SUMAR, ha enfrentado críticas internas de otros líderes de la coalición que cuestionan su capacidad para mantener la cohesión del partido. Estas críticas se han centrado en su estilo de liderazgo y en las decisiones estratégicas que ha tomado sin consultar ampliamente con otras facciones del partido.
Las primeras señales de discordia aparecieron poco después de las elecciones generales, donde Sumar logró una representación significativa, 31 escaños, pero insuficiente para llevar a cabo su ambicioso programa de reformas.
El día después de las elecciones comenzaron las dificultades para Díaz: Podemos criticó los resultados de la coalición en la que había concurrido y pocos días después advertía públicamente de cada formación dentro de ese espacio debía contar con “autonomía política”.
Desde la dirección de Sumar se empezaron a tomar decisiones sobre la construcción del grupo parlamentario, lo que provocó un aumento de la tensión con el resto de partidos, ya no solo con Podemos, que seguía pretendiendo llevar la voz cantante. Yolanda Díaz decidió conceder portavocías adjuntas a todos los partidos de carácter territorial, lo que dejó fuera de la ecuación a los de Belarra y a Izquierda Unida.
Además, Sumar concedió, tras su pacto con el PSOE, el Ministerio de Trabajo a Yolanda Díaz, Sanidad a Mónica García, de Más Madrid, y Cultura a Ernest Urtasun, de los comúns; como es evidente, ningún miembro de Podemos o IU alcanzó un puesto de responsabilidad, llegando a perder los primeros el Minsiterio de Igualdad, el bastión en el que se sostenía Irene Montero. El drama terminó con la ruptura oficial entre Sumar y Podemos tras la salida al Grupo Mixto de los de Belarra el 5 de diciembre de 2023.
Disputas entre la dirección y los partidos regionales
Pero la película estaba lejos de terminar, ya que la tensión interna aumentó aún más cuando varios líderes regionales expresaron su descontento con la centralización del poder en manos de Díaz y su círculo cercano. Los partidos regionales acusaron a la dirección nacional de imponer su visión y elegir a dedo al candidato, ignorando las necesidades de las bases regionales.
A esto se sumaron los tres batacazos de Sumar en las elecciones autonómicas de Galicia, País Vasco y Cataluña, donde un resultado que les garantizaba la total irrelevancia política en estas regiones confirmó las sospechas de los socios autonómicos de Sumar, la toma de decisiones era nefasta y solo buscaba blindar a Yolanda y su círculo cercano.
Caos en las elecciones europeas
El culmen del descontento de los partidos, sobre todo IU, fue durante la negociación de las listas para las europeas. En estas discusiones entre las personas de mayor responsabilidad institucional de Sumar se barajaban diferentes opciones y, lógicamente, los representantes de los diferentes partidos que conforman Sumar querían estar en lo más alto de las listas.
Sin embargo, el desenlace volvió a ser el mismo de siempre: a pesar de las demandas de los partidos, Yolanda Díaz impuso como cabeza de cartel a Estrella Galán, una mujer de con experiencia en el tercer sector, pero sin ninguna en la política. Lo cual, enfrentado a Irene Montero, un perfil político mcuho más competitivo que llevaba la estela de Podemos, supuso una derrota en términos electorales.
Ni siquiera Izquierda Unida pudo entrar en el Parlamento Europeo, ya que, a pesar de ser la formación que más apoyo territorial y logístico ha dado a Sumar sin ninguna duda, fue elegida para el cuarto puesto de la lista, por lo que el representante de IU, Manu Pineda, se quedó sin escaño. A medianoche, tras el recuento, se desencadenó una ola de mensajes en todas las redes sociales de dirigentes de Más Madrid, IU y los Comuns que exigían una explicación.
Tras más de tres horas de reunión de la Ejecutiva de Sumar, Yolanda Díaz salió a anunciar que dejaba la dirección del partido, aunque mantenía su puesto como vicepresidenta. Así, el proyecto político que ella misma creó acabó por darle la patada.