En la madrugada del martes, la Policía Nacional desalojó a un grupo de estudiantes que se habían encerrado en el Decanato de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla. Estos estudiantes, vinculados a una acampada en el exterior del Rectorado, protestaban contra las acciones militares del Ejército de Israel en la Franja de Gaza.
La Policía Nacional logra deshabilitar la acampada
Un portavoz del colectivo estudiantil informó que, alrededor de las 23:30 horas, los agentes entraron en el Decanato, donde varias decenas de estudiantes habían iniciado un encierro para presionar al equipo rectoral. Consideraban «insuficientes» las medidas adoptadas por la universidad en relación con las acciones militares de Israel.
A pesar de la resistencia de los estudiantes, la Policía Nacional logró ingresar y «retuvo» a los manifestantes, identificando también a otros participantes en la acampada externa, la cual fue desmantelada por la policía. El desalojo resultó en al menos un estudiante herido leve.
Suspensión del Convenio de intercambio académico
En respuesta a la situación en Gaza, la Universidad de Sevilla, siguiendo las directrices de la Conferencia de Rectores de España (CRUE), suspendió temporalmente las actividades del convenio de intercambio académico, científico y cultural con la Universidad Ben-Gurion del Negev, así como las actividades de movilidad con el Technion-Israel Institute of Technology. También pausó tres proyectos de investigación europeos con universidades israelíes hasta que estas instituciones demuestren «un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario«.
Además, la Universidad de Sevilla ha anunciado un plan de ayudas para alojamiento, comida y seguros para miembros palestinos de su comunidad universitaria, así como apoyo a las universidades palestinas y un proyecto para mejorar la resolución de conflictos y la reconciliación mediante programas educativos y de investigación en colaboración con la Arab American University y la Hebron University.
Las reivindicaciones de los estudiantes
El colectivo estudiantil movilizado, que ya había protestado el 27 de mayo durante una sesión del claustro, criticó que la suspensión de relaciones aprobada «carece de criterios claros y no garantiza una interrupción duradera de los vínculos académicos» con Israel. Además, denunciaron que la universidad no respondió a sus solicitudes de audiencia para discutir sus reivindicaciones y revise las relaciones con empresas y entidades financieras como el Banco Santander, que han financiado a empresas de la industria militar que venden productos bélicos a Israel.