Las esposas de los cuatro agentes que sobrevivieron a la embestida de una narcolancha en Cádiz, donde además perdieron la vida cuatro de sus compañeros, esperan que los mandos que ordenaron el operativo “se sienten en el banquillo” y aseguran que ellos se sienten “muy abandonados” por la institución.
Estas mujeres han acudido junto a sus maridos, ya que han sido citados para declarar como testigos de lo que sucedió el pasado 9 de febrero. También declara como testigo el capitán del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que recibió en el puerto aquel día la orden de intervenir de los dos mandos.
Las declaraciones de los cuatro guardias civiles son una parte fundamental de la causa abierta que tiene el fin de determinar si hay alguna responsabilidad penal en los mandos de la Guardia Civil, de Cádiz y de Sevilla que ordenaron la intervención de los agentes en el puerto aquella noche para enfrentarse a potentes narcolanchas, tal y como han denunciado asociaciones profesionales como AUGC y Jucil.
Silvia Mera, mujer de uno de los agentes supervivientes, ha relatado a la prensa y los medios de comunicación que los supervivientes están “muy disgustados” y “nerviosos por enfrentarse a sus mandos” y no verse “respaldados por ellos”, y viviendo “con mucha vergüenza” que “están intentando escurrir el bulto”. Silvia Mera también ha señalado que los agentes se ven “muy abandonados por la institución”.
Las mujeres de los guardias civiles critican que la situación no haya mejorado
La mujer de uno de los agentes heridos ha explicado que tanto su marido como el resto de sus compañeros siempre han sacrificado todo en su unidad: «se aprovechan de la condición de ellos, de que siempre están disponibles para lo que sea. Con un hilo, ellos te hacen un traje porque se adaptan a todo. Y ese día se aprovecharon de esas condiciones y salieron a un trabajo que no deberían haber realizado”.
En su declaración ante la prensa, Silvia Mera critica que desde que sucedió la embestida la situación no se ha solucionado, ni ha mejorado: “Nosotras, desde ese día, no hemos visto que se hayan solucionado las cosas, ni tienen ellos más respaldo, ni hay más efectivos, ni el narcotráfico se está controlando; al revés, cada vez hay más presencia de narcotraficantes por nuestras playas. Vemos pasarlas cada dos por tres. Eso no debería normalizarse”.
Las mujeres de los supervivientes han acudido a las puertas del juzgado a apoyar a los agentes, junto a otras unidas en la asociación ‘Nuestro corazón por bandera’, de familiares de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.