La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha comparecido este miércoles ante el Senado para explicar el acuerdo fiscal alcanzado entre el Partido Socialista y Esquerra Republicana. Este pacto, permitirá que Cataluña recaude y gestione todos sus impuestos. Sin embargo, la ministra ha rechazado que este acuerdo pueda ser comparado con el “cupo” o el “concierto económico” vigente en el País Vasco y Navarra.
Durante su intervención, Montero ha defendido el acuerdo como un “pacto solidario que profundiza en el federalismo”, subrayando que su objetivo es homologar los servicios públicos en todos los territorios de España. Asimismo, ha destacado que el acuerdo se inspira en el amplio consenso del parlamento catalán de 2005, que propuso un modelo de financiación basado en la autonomía, coordinación, solidaridad y transparencia.
En este contexto, la ministra ha explicado que la Agencia Tributaria de Cataluña será la encargada de gestionar el 100% de los impuestos recaudados en la comunidad autónoma.
Montero también ha detallado que la aportación de Cataluña al Estado se definirá a través de un porcentaje de participación en los tributos nacionales. Según explicó, esta aportación será explícita y transparente, incluyendo una contribución de la Generalitat a la solidaridad interterritorial. Este principio, según ella, es esencial para garantizar que los servicios públicos ofrecidos por las distintas comunidades autónomas puedan alcanzar niveles similares, siempre que cada una realice un esfuerzo fiscal comparable.
EL cupo catalán es un acto de solidaridad según Montero
La ministra ha enfatizado que esta cuota de solidaridad se asemeja al actual sistema de financiación autonómica, y aprovechó para hacer un llamamiento a las comunidades autónomas para que asuman su parte en el esfuerzo fiscal necesario para mantener servicios públicos de calidad.
La comparecencia de Montero se produjo a petición del Partido Popular, después de que el Congreso de los Diputados rechazara una solicitud similar la semana pasada. En esa ocasión, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, utilizó su voto de calidad para inclinar la balanza en contra de la comparecencia de la ministra. No obstante, el PP, haciendo uso de su mayoría absoluta en el Senado, logró que Montero tuviera que rendir cuentas en la Cámara Alta.
La ministra no ha dudado en cargar duramente la petición del PP, calificándola de infundada. La ministra recordó que, en el pasado, gobiernos del PP, como el de José María Aznar, acordaron con Convergència i Unió un aumento del porcentaje de cesión del IRPF a las comunidades autónomas sin que esto provocara controversia alguna.
También ha mencionado que, bajo el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, se incrementó la cesión de impuestos a las comunidades autónomas, lo que, según ella, ha sido una constante en las sucesivas reformas de los sistemas de financiación autonómica.
Montero ha criticado la política de rebajas fiscales impulsada por las comunidades autónomas gobernadas por el PP, acusándolas de “populismo fiscal” y “deslealtad institucional” al reducir los impuestos y luego solicitar más recursos al Gobierno central. Esta fue la primera vez que la ministra abordó extensamente este tema en sede parlamentaria, defendiendo con firmeza las decisiones del Ejecutivo.