El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sugerido la posibilidad de adelantar las elecciones generales, que según el calendario actual no se celebrarían hasta dentro de tres años. «Es probable que una convocatoria electoral ahora mismo en caliente tampoco arregle nada porque hay demasiadas tensiones y heridas abiertas, pero lo que es evidente es que no hay que prolongar lo inviable», afirmó García-Page.
La reflexión de los partidos políticos
En una entrevista en 13 TV, el líder socialista interpretó que el mensaje de los votantes en las elecciones europeas del 9 de junio es que «casi todos los partidos deben hacer una reflexión, unos más que otros«. García-Page subrayó la necesidad de reconstruir los puentes rotos en España para evitar un daño irreversible al sistema. De manera indirecta, sugirió al presidente Pedro Sánchez que considere no agotar su mandato, a pesar de que Sánchez reafirmó su intención de completar la legislatura.
«Lo que sería conveniente es no insistir más en la vía del frentismo y del populismo que nos está dividiendo. Desde la Transición no he visto un momento en que el país esté tan polarizado. Esto no conduce a nada; habría que trabajar en la dirección contraria«, añadió García-Page. «La solución en democracia la da la ciudadanía a través de las elecciones, no un ministro o un político«, concluyó.
Alusión al activista Alvise
Además, Page comentó que las formas actuales de hacer política han descolocado a los partidos tradicionales, aludiendo implícitamente al activista Alvise Pérez, cuyo partido, Se Acabó La Fiesta, logró tres escaños en el Parlamento Europeo. «Hay gente que se está colando en la política desde posiciones y metodologías que no pasan por medios convencionales, utilizando redes sociales para decir auténticas barbaridades. Esto me preocupa», expresó.
Acuerdos inviables con el PP
El presidente castellanomanchego también se mostró en contra de una «gran coalición» entre el PSOE y el PP, considerándola «ni útil ni posible», ya que fomentaría el crecimiento de populismos que amenazarían el bipartidismo. «La sociedad española sigue siendo bipartidista. Nadie concibe que no haya un presidente que no sea del PP o del PSOE«, señaló. Sin embargo, destacó la necesidad de «acuerdos de fondo» entre las dos formaciones más votadas, responsabilizando a ambos partidos por la falta de estos acuerdos. Criticó que el PSOE ha estado bajo presión de fuerzas a su izquierda, como Podemos, que lo criminalizan por cualquier pacto con el PP, situación que ahora enfrenta también el PP con el crecimiento de Vox y otros partidos.