Dos policías nacionales que fueron lesionados de gravedad durante la protesta de ‘Tsunami’. Así, tras la sentencia del ‘procés’ han declarado este martes en la Audiencia Nacional que temieron por sus vidas y que se consideran víctimas de terrorismo.
El abogado de los policías, José María Fuster-Fabra, ha contestado a las preguntas de los periodistas después de la declaración de los dos policías como testigos-perjudicados ante Joaquín Gadea, juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción Número 6, donde se investiga a la plataforma independentista por presunto terrorismo.
En la declaración, los dos policías han declarado que sufrieron una situación de «violencia extrema» por parte de grupos organizados que reunieron a entre 2.500 y 3.000 personas que les tiraban baldosas, adoquines o bolas de petanca, entre otros materiales peligrosos, si bien no han entrado a comentar si creían que detrás de los violentos estaba ‘Tsunami Democràtic’ u otra organización, según fuentes jurídicas.
Uno de los agentes ha resaltado al juez que estaban convencidos de que los grupos violentos querían que hubiera algún agente muerto. “Ellos veían que lo que buscaban era que hubiera no solamente lesionados, sino que fallecidos”. Ha destacado Fuster-Fabra. También ha remarcado que los manifestantes estaban allí con la idea de hacer “el máximo daño posible”.
Los policías han destacado que la gente aparecía de las calles próximas que tomaba el relevo de los que estaban ocupando la primera fila de la protesta. “Sabían perfectamente dónde estaban ubicadas las unidades policiales y en el momento en que una quedaba desabastecida de material de antidisturbios, ellos aprovechaban para atacar y esa unidad tenía que ser a su vez, reemplazada por otra”. También ha explicado que: “Es decir, desde la perspectiva de personas que están muy acostumbradas a enfrentarse a manifestaciones, el nivel de organización era absoluto”.
El «drama familiar» de los agentes atacados
Otro de los agentes ha contado que él vivía en Cataluña y que pasó un “drama familiar” al hacerse pública su imagen a raíz de una visita que le hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el hospital. Tras ello, sus hijos padecieron acoso escolar, tuvieron que “malvender” la casa y cambiar de domicilio, ha asegurado.
Los agentes heridos han asegurado que tardaron mucho en ser trasladados al hospital porque los manifestantes cortaban las calles para que no pudieran acceder ambulancias y que, además, tuvo que ponerse seguridad en el centro sanitario por temor a nuevos ataques.