En una reunión celebrada hoy, la ministra de Migraciones, Isabel Saiz, se reunió con representantes de la Unión de Pequeños Agricultores para discutir los desafíos laborales que enfrenta el sector agrícola, especialmente la falta de mano de obra.
Después de que la reunión tuviera lugar, la ministra declaró a los periodistas que ambas partes acordaron organizar una jornada técnica en septiembre para intercambiar información y mantener contactos, con el objetivo de que la próxima reforma legislativa contemple las preocupaciones de los agricultores y facilite la incorporación de trabajadores extranjeros al campo.
Durante la reunión, Saiz presentó los diferentes programas del Ministerio que abordan la falta de mano de obra y destacó la importancia de la reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería: «Insisto en que esa reforma aborda desde la perspectiva del empleo, de la formación y de las redes familiares los desafíos que tenemos encima de la mesa», subrayando así el compromiso del Ministerio en responder a las demandas del sector agrícola.
El borrador de la reforma no estaría relacionado con la reciente modificación del artículo 35 de la Ley para el reparto de menores inmigrantes no acompañados, que no fue aprobada en el Congreso de los Diputados esta semana.
A la reunión asistieron representantes de ayuntamientos de Extremadura y Cáceres, regiones especialmente afectadas por la escasez de mano de obra agrícola. La vicesecretaria de UPA, Monserrat Cortiñas, resaltó al término del encuentro las dificultades que enfrentan los agricultores para contratar mano de obra inmigrante.
Enfatizó que las explotaciones familiares y pequeñas son las más afectadas, ya que las campañas que requieren más trabajadores están «más tensionadas» año tras año, como es el caso de la cosecha de fruta de hueso.
Cortiñas también comparó esta situación con la de las grandes explotaciones y fondos de inversión, que tienen mayor capacidad para contratar personal por periodos prolongados, agravando la situación para los pequeños productores. Este problema se intensifica en cultivos cuya cosecha se realiza en pocos días y donde encontrar personal es complicado, y donde eventos climáticos adversos, como granizos o tormentas, pueden arruinar la cosecha, como ha ocurrido con la cereza.
El problema del trabajo en el campo se resolvería con la ley de Extranjería
UPA ha propuesto al Ministerio incluir en el Reglamento de Extranjería soluciones para los trabajadores inmigrantes y ha expresado su apoyo a las regularizaciones. «Tanto en la agricultura como en la ganadería y en los propios pueblos, la única forma de continuar es que haya nuevos pobladores, trabajadores y familias que quieran quedarse a vivir y vean en la agricultura un sector donde trabajar y desarrollar su proyecto de vida», confesó Cortiñas.
Otro aspecto que UPA desea abordar en la reforma es la situación de familias inmigrantes afectadas por problemas administrativos que deben ser tratados desde el arraigo. Así, La UPA también ha invitado a la ministra a visitar zonas agrícolas para conocer de primera mano la situación y ha pedido la participación de los ayuntamientos y otras administraciones en esta revisión, señalando que uno de los problemas del medio rural es el acceso de los inmigrantes a la vivienda.
La reunión concluyó con un compromiso de ambas partes para continuar trabajando en soluciones que beneficien al sector agrícola y a las comunidades rurales.
