La reciente catástrofe de la DANA en Valencia, que dejó graves consecuencias en la región, ha intensificado la presión política sobre el Partido Popular (PP) y el Gobierno central. Vox, liderado por Santiago Abascal, ha tomado un papel protagonista en las críticas a la gestión de ambos, posicionándose como el principal fiscalizador tanto del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, como del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Críticas a la Generalitat, al PP y al Gobierno
Desde Vox se ha señalado que el gobierno de Carlos Mazón no actuó con la celeridad ni la eficiencia necesarias para mitigar los daños de la DANA. En un comunicado reciente, la formación calificó la respuesta del PP en la región como “insuficiente” y “desorganizada”. Según Vox, la gestión del PP careció de un plan integral para prevenir y responder a los efectos del temporal, lo que dejó a miles de ciudadanos desprotegidos.
Vox ha exigido a Mazón un cambio radical en las políticas de gestión de emergencias, denunciando la falta de coordinación con los municipios más afectados y la ausencia de medidas preventivas efectivas. Pese a su dureza, el partido ha descartado por ahora impulsar una moción de censura contra el presidente valenciano, optando por ejercer una fiscalización constante y advertir de futuras consecuencias políticas si no se corrigen los errores detectados.
A nivel nacional, Vox ha dirigido fuertes críticas al presidente Pedro Sánchez, acusándolo de “negligencia criminal” por la falta de inversión en infraestructuras hidráulicas y de prevención en zonas vulnerables como Valencia. La formación sostiene que las promesas del Ejecutivo en materia de sostenibilidad y cambio climático no se han traducido en acciones concretas para proteger a los ciudadanos de fenómenos extremos como la DANA.
En un comunicado, Santiago Abascal subrayó que la gestión de Sánchez fue “irresponsable y negligente”, al considerar que el Gobierno no actuó con la diligencia debida ni antes ni después de la catástrofe. Además, criticó el perfil bajo del PP en su respuesta a las omisiones del Ejecutivo central, sugiriendo que la falta de confrontación directa debilita la posición del partido como alternativa real al actual Gobierno.
Mientras que tanto Pedro Sánchez como Feijóo se ausentaron en el primer debate en el congreso que abordaba la gestión de la catástrofe, la portavoz de Vox, Pepa Millán, fue implacable. Millán, por un lado, centró la responsabilidad en el Gobierno de Sánchez, pero también denunció la «incapacidad» del Gobierno valenciano, gozando de libertad de expresión tras la salida de Vox de este el pasado julio.
La portavoz del partido de Abascal, que la semana pasada interpuso una querella contra Sánchez por homicidio imprudente, habló de un «Gobierno malintencionado que ha actuado con dolo, vengándose de los valencianos por no haber elegido un Gobierno del PSOE».
Estrategia de Vox: oposición frontal y propuestas
Junto a sus duras críticas, han aprovechado para presentar medidas concretas, entre las cuales están la creación de un fondo específico para emergencias en la región, una revisión exhaustiva de las infraestructuras críticas y la agilización de las ayudas a los afectados.
El partido también ha manifestado su rechazo a apoyar iniciativas de censura propuestas por formaciones como Compromís y PSOE, reafirmando su independencia política. Vox sostiene que su objetivo es “construir una alternativa seria y contundente” y no alinearse con quienes, a su juicio, son corresponsables de los problemas actuales.
La postura de Vox frente al PP y al Gobierno central refuerza su imagen como un partido que critica y presiona para obtener resultados. La formación verde intenta posicionarse como líder del discurso crítico para mejorar su imagen y aumentar su influencia en la Comunidad Valenciana, especialmente en un contexto donde las expectativas hacia Mazón eran altas tras su reciente llegada al poder.
Mientras tanto, el PP se enfrenta al reto de equilibrar la presión de sus aliados políticos y la responsabilidad de gestionar eficazmente las crisis, una tarea que será clave para su supervivencia electoral en la región.