Yolanda Díaz abandona el liderazgo de Sumar. Apenas unos meses después de recibir el respaldo de la militancia para convertirse en coordinadora general, la vicepresidenta segunda deja sus responsabilidades orgánicas para centrarse en su tarea como ministra de Trabajo, según afirma el Diario.es. Esta decisión se produce tras unos duros resultados en las elecciones europeas que ponen en cuestión la viabilidad del proyecto que Díaz ha estado construyendo desde su separación de Podemos.
El pobre resultado de Sumar en las elecciones europeas del domingo, donde apenas obtuvieron 3 escaños, ha dejado fuera del Parlamento Europeo a Izquierda Unida, principal socio de Díaz en la construcción del frente amplio de partidos de la izquierda. Las tensiones en la coalición explotaron en las negociaciones para conformar la lista de las europeas, en las que Sumar relegó a Izquierda Unida a un cuarto puesto, priorizando a los partidos regionalistas, lo que finalmente los dejó fuera del Europarlamento.
Tras el escenario del domingo, casi todas las organizaciones implicadas en la construcción de Sumar pidieron una reflexión a la dirección del proyecto político. El propio portavoz, Ernest Urtasun, reconoció que los resultados no eran los esperados, trascendiendo a las elecciones europeas y abriendo un proceso de reflexión para reforzar el proyecto político. Aunque nadie pidió explícitamente la dimisión de Díaz, en los tuits de algunos dirigentes de los partidos se podían leer duras críticas a la dirección de Sumar y a cómo se ha fraguado el proceso de construcción del frente amplio que hasta ahora no ha funcionado. Parte de estos resultados se deben a un mejor desempeño de lo esperado por parte de Podemos, que logró dos eurodiputados, demostrando así que tiene más peso dentro del electorado de la izquierda del que el núcleo duro de la vicepresidenta confiaba.
Sumar, por el momento, es únicamente Movimiento Sumar, una formación política en la que se integran cuadros de otras formaciones políticas y personas independientes cercanas a la ministra de Trabajo. En estos meses, los movimientos de la dirección han enfadado a los partidos políticos que quieren participar en la construcción del proyecto. La pobre actuación de Sumar en las elecciones europeas ha generado un llamado generalizado a la reflexión dentro de la coalición, lo que ha llevado a Díaz a tomar la decisión de centrarse en su papel gubernamental y dejar la dirección de Sumar.
Fracaso tras fracaso
Sumar ha experimentado una serie de desilusiones consecutivas en diversos comicios. La incapacidad para asegurar un puesto en los parlamentos de Galicia, la región natal de Yolanda Díaz, junto con el bajo desempeño en las elecciones vascas, donde solo lograron un escaño, han debilitado la posición de Díaz dentro del partido. Este debilitamiento se agravó después de las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, cuando los Comunes fracasaron en su intento de construir una mayoría de izquierdas en el Parlament, disminuyendo su número de escaños de 8 a 6.
En términos generales, la trayectoria política de Sumar ha sido de «mal en peor», perdiendo apoyos de manera constante y sin lograr alcanzar siquiera el mismo nivel de votos que alguna vez tuvo Podemos. A pesar de ser concebido como un proyecto destinado a unificar a la izquierda española, y contar con el respaldo de partidos regionalistas como Compromís o los Comunes, la realidad ha sido decepcionante.
El último golpe ha sido en estas elecciones europeas, donde solo lograron obtener 3 escaños, y eso gracias al apoyo de los mencionados partidos regionalistas, dejando fuera del Parlamento Europeo a Izquierda Unida, la única formación de carácter nacional que formaba parte de Sumar.
Tras la dimisión de Díaz, el futuro del proyecto parece abocado al fracaso, una conclusión que las elecciones recientes parecen confirmar