En el marco de operaciones terrestres en la Franja de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) descubrieron varios documentos de gran interés referidos a compras que han realizado los hijos del líder político de Hamás, Ismail Haniye. Este descubrimiento arroja luz sobre la situación en la que viven los dirigentes de la organización terrorista y sus familias.
Los documentos incautados han sido meticulosamente estudiados por funcionarios de inteligencia israelíes y reflejan una perturbadora realidad de la extravagancia de la familia Haniye en medio de las desesperadas circunstancias que se están viviendo en Gaza.
Los recibos encontrados por las FDI suman miles de dólares en artículos de lujo. Sorprendentemente, la cantidad gastada en un solo recibo equivale a casi dos años de salario para el residente promedio de Gaza.
Ismail Haniye nació en el campo de refugiados de Al-Shati, en la Franja de Gaza ocupada por Egipto, ya que sus padres eran refugiados expulsados de sus hogares en Ashkelon durante la guerra árabe-israelí de 1948. De estas paupérrimas condiciones de vida consiguió hacerse un lugar dentro de Hamás y a partir de ahí su capital ha ido creciendo de forma impresionante hasta alcanzar un patrimonio de 2,5 mil millones de dólares. Ante esto nos preguntamos ¿De dónde ha sacado todo ese dinero?
Donaciones «para el desarrollo»
Las donaciones para Hamás proceden de muchos lugares. En primer lugar, tenemos las donaciones directas que la organización terrorista adquiere de sus socios internacionales que desean financiar a grupos islamistas. En la parte alta de la tabla de donantes se encontrarían Catar e Irán, aunque también cabe destacar las ayudas que han llegado a Hamás desde Sudan, Turquía y Cisjordania, entre otros.
Por su parte, Catar ha querido convertirse en el interlocutor privilegiado entre grupos terroristas y Estados occidentales. Cuando un Estado quiere negociar con un grupo terrorista islámico, pero su opinión pública o legislación lo impiden, deben acudir al emir de Catar para que haga de intermediario. Por esta razón, Catar ha permitido a los líderes de Hamás afincarse en su capital, Doha, desde 2012; al igual que en su día se les permitió el mismo trato a los líderes talibanes. Sumado a esto, desde los inicios de Hamás, Catar, junto con Turquía, ha mostrado su apoyo continuado al grupo terrorista.
Del mismo modo, el propio Ismail Haniye, reconoció en 2022, en Al Jazeera, que Irán es su principal donante y que ha contribuido con $70 millones al desarrollo de sus sistemas de misiles.
De esta forma, Ismail Haniye y parte de su familia han vivido los últimos 12 años rodeados de lujos en Doha y es lógico pensar que, de los fondos recibidos por otros Estados islámicos, una parte importante ha ido a parar también a sus cuentas personales.
En segundo lugar, se encontrarían las donaciones que podríamos considerar indirectas. Con esto nos referimos a todas aquellas ayudas que van destinadas al pueblo palestino, pero terminan llegando a los bolsillos de Hamás. Tanto los países islámicos mencionados anteriormente como los Estados occidentales han querido ayudar a la población de Gaza con ayuda humanitaria y financiera.
Sin embargo, en la actualidad el dinero que llega a Gaza es el más vigilado del mundo, ya que se encuentran continuamente monitoreados por los servicios secretos estadounidenses, israelíes, jordanos y egipcios.
Por esta razón, el dinero catarí o iraní, no llega directamente a las cuentas de la organización terrorista, ni siquiera a las de asociaciones palestinas. En cambio, ese dinero se transfiere desde Doha a Israel y después entra en Gaza a través de maletines llenos de billetes, por ejemplo en 2006 el ejército israelí impidió la entrada de Haniye en Gaza al ir cargado con un maletín con 35 millones de dólares en metálico, que iba destinado a pagar los sueldos de los funcionarios palestinos.
Una vez llegado al territorio controlado por la Autoridad Palestina, el dinero se distribuía a través de oficinas de correos y supermercados directamente a los funcionarios y las familias humildes bajo acuse de recibo.
Con un sistema tan complejo en el que el dinero pasa por tantas manos es complicado llevar un seguimiento de estos fondos y no es raro pensar que parte de este dinero podría acabar en manos de los dirigentes de Hamás.
Del mismo modo, a pesar de las auditorías que la Unión Europea y EE.UU. hacen de las organizaciones a las que envían fondos para ayuda humanitaria, es muy complicado que parte de este dinero no acabe en las manos equivocadas. Un buen ejemplo de esto es el caso de la ONG Al-Haq.
Al-Haq es una organización palestina centrada en los derechos humanos con la que el gobierno alemán llevaba años colaborando. A finales del año pasado, el Ministerio de Cooperación alemán señaló que tras las declaraciones de miembros de la ONG en las que justificaban el derecho de los palestinos a actuar violentamente contra Israel, ya no eran un socio válido para la colaboración económica.
Cabe destacar que las mencionadas declaraciones se produjeron entre 2021 y 2023, por lo que el gobierno alemán estuvo años financiando a una ONG que coqueteaba en sus planteamientos con Hamás. De estos fondos es imposible saber si todos fueron dedicados al desarrollo de la región de Gaza o si, por el contrario, llegaron al bolsillo de las fuerzas de Hamás.
Impuestos a comerciantes
La segunda gran fuente de financiación de la que posiblemente procede la fortuna de Ismail Haniye son los gravosos impuestos que Hamás ha creado.
El más importante de ellos es el que se impone a la entrada de productos por los túneles. Por cada artículo, los comerciantes que pasan por los túneles construidos por Hamás deben pagar un impuesto de entre el 20% y el 25% sobre el precio de la mercancía. Este sobrecoste, aparte de suponer una subida de los precios que perjudica a los habitantes de la Franja de Gaza, es administrado directamente por los líderes de la organización terrorista.
Durante una entrevista en Russia Today TV, traducida por MEMRI, uno de los líderes de Hamás, Mousa Abu Marzouk aseguró que: “hemos construido túneles porque no tenemos otra forma de protegernos de ser atacados y asesinados. Estos túneles están destinados a protegernos de los aviones. Estamos luchando desde el interior de los túneles. Todo el mundo sabe que el 75% de la población de la Franja de Gaza son refugiados y que es responsabilidad de las Naciones Unidas protegerlos.”
Por lo tanto, Hamás tiene claro que esos túneles solo les sirven a ellos y no a los civiles. De este modo es fácil entender la existencia de este “impuesto revolucionario” por usar los túneles como contrabando.
¿Qué hace Haniye con tanto dinero?
A través de sus familiares cercanos, Ismail Haniye controla diversos sectores económicos, entre los que se encuentra el inmobiliario. El líder de Hamás, en 2010, pagó 4 millones de dólares por una parcela de 2.500 metros cuadrados en Rimal, un elegante barrio costero de la ciudad de Gaza. Para evitar reproches, los terrenos fueron registrados a nombre de su yerno.
Sumado a esto, existen informes de que Haniye ha comprado varias casas en la Franja de Gaza, registradas a nombre de sus hijos. De esta forma es fácil entender el porqué del apodo de Moaz Haniye, el cual es conocido en Gaza como Abu Al-‘Iqarat, que podría traducirse como “el padre del Real Estate”, ya que tiene a su nombre múltiples propiedades de alto valor.