Heather Wardle, científica experta en el impacto del juego, advierte que hoy en día, cualquiera con un teléfono móvil puede acceder a un “casino en su bolsillo, las 24 horas del día”, destacando que la expansión del juego ha desembocado en un problema de salud pública mundial. Un informe de la comisión científica publicada en The Lancet Public Health, liderada por Wardle, revela cifras alarmantes: más de 80 millones de adultos alrededor del mundo sufren de adicción al juego, y el fenómeno sigue creciendo de manera desenfrenada.
Daños generalizados: el impacto en la salud
La comisión advierte que la magnitud del daño asociado al juego ha sido subestimada. En un entorno digital y sin barreras, el 46% de los adultos y el 18% de los adolescentes del mundo han participado en apuestas en el último año. “La tecnología y el marketing han facilitado el acceso y hecho que sea difícil abandonar el juego, creando una industria en crecimiento cuya expansión requiere acción inmediata para mitigar sus efectos”,
Factores de riesgo y conductas problemáticas
Para quienes juegan más de cuatro veces al mes o en más de dos tipos de actividades de apuestas, los riesgos de sufrir consecuencias adversas se multiplican, según la investigación. Desde la lotería hasta el póker y las apuestas deportivas, todas las formas de juego conllevan algún grado de peligro. Un análisis de la comisión mostró que más de 448 millones de adultos participan en juegos de riesgo en todo el mundo, y de ellos, unos 80 millones desarrollan una adicción grave. Este trastorno se caracteriza por una incapacidad de controlar las apuestas, necesidad de apostar más dinero, mentiras para encubrir la dependencia y otras señales de advertencia.
Nuevas estrategias para una industria en expansión
La industria del juego online y las apuestas en vivo han transformado el mercado, extendiendo sus redes a través de vínculos con organizaciones deportivas. “Las apuestas en directo han facilitado que el juego sea instantáneo y más frecuente”, destacan los investigadores. Además, las barreras entre el juego de azar, el juego online y los videojuegos se difuminan cada vez más. Elementos de apuestas se integran en videojuegos populares, como las “cajas botín”, elevando el riesgo de que los menores desarrollen problemas de adicción.
Uno de los grupos más vulnerables ante esta nueva realidad digital son los menores. Jiménez-Murcia advierte que las “cajas botín” actúan como “puertas giratorias” hacia el juego problemático. Los adolescentes expuestos a estas dinámicas tienen más probabilidades de desarrollar adicción a los videojuegos y, eventualmente, a las apuestas. El metaanálisis estima que hasta el 16% de los adolescentes que participan en apuestas online pueden experimentar problemas graves de adicción.
La falsa promesa del juego responsable
La comisión hace una crítica al concepto de “juego responsable”, que responsabiliza únicamente al jugador. Para los expertos, esta noción oculta la necesidad de un marco regulador que examine los sistemas de la industria del juego en lugar de centrarse solo en el comportamiento individual. “Debemos considerar la estructura y los métodos de promoción de estos productos”, señala la comisión, instando a una “regulación eficaz” que reduzca la disponibilidad de las apuestas y ofrezca apoyo y tratamiento accesible a los afectados.
Jiménez-Murcia añade que en España el juego de la lotería, aunque menos adictivo, también se normaliza y representa un riesgo. “La prevención implica evitar que el juego se vea como algo común y cotidiano”, subraya.