El pez araña, un visitante frecuente, pero a menudo subestimado en las costas españolas, ha sido responsable de un notable aumento en las picaduras este verano, superando incluso a las temidas medusas. Según datos recientes, las incidencias por picaduras de este pez han eclipsado a las de medusas en algunas regiones, convirtiéndose en un problema creciente en las playas del país.
Incremento de casos en Cantabria
En las costas cántabras, la Cruz Roja ha atendido 702 casos de picaduras de pez araña desde el inicio de la temporada en junio hasta el 1 de agosto, casi triplicando las 287 incidencias causadas por medusas. En comparación con el mismo período del año anterior, cuando se registraron 772 picaduras, las cifras se mantienen alarmantemente altas. Este aumento ha destacado la peligrosidad de este pequeño pez, también conocido como faneca o pez escorpión.
Hábitat y comportamiento del pez araña
Habita principalmente en las aguas del Mediterráneo, el Cantábrico y la zona este del Atlántico. Su comportamiento camuflado, enterrándose en la arena de playas y zonas fangosas, lo hace especialmente peligroso para los bañistas, que pueden pisar inadvertidamente sus afiladas espinas dorsales al caminar por la orilla o al entrar en el agua. Estas espinas son la fuente de dolorosas picaduras, que pueden llevar a reacciones severas si no se tratan adecuadamente.
Consecuencias de la picadura
Aunque no es agresivo, su picadura puede ser extremadamente dolorosa debido al veneno que liberan sus espinas. Los síntomas incluyen hinchazón intensa y dolor agudo, y en casos más graves, puede provocar vómitos, fiebre, insuficiencia respiratoria e incluso convulsiones. En situaciones raras, como en 2020 cuando un joven falleció tras un shock anafiláctico mientras buceaba, la picadura puede ser mortal si no se trata rápidamente.
Cómo actuar en caso de sufrir una picadura
La Cruz Roja de Cantabria ha subrayado la importancia de buscar asistencia médica inmediata tras una picadura de pez araña. Si no se dispone de un puesto de socorro cercano, se recomienda lavar la zona afectada con agua salada para eliminar restos de espinas, y sumergir el área en agua caliente durante 30-90 minutos para aliviar el dolor. Además, es crucial acudir a un centro de salud para una evaluación completa y estar atento a cualquier síntoma posterior.
Para evitar picaduras, los expertos sugieren el uso de zapatillas especiales, conocidas como cangrejeras o fanequeras, al caminar por la orilla. Otro método eficaz es arrastrar los pies al caminar descalzo, lo que asustará al pez y lo alejará, reduciendo el riesgo de contacto. Con estas precauciones, los bañistas pueden disfrutar de las playas con mayor seguridad durante el verano.