China ha respondido a la presión de Estados Unidos y Europa con sanciones dirigidas contra la compañía de defensa estadounidense Lockheed Martin, en reacción a un acuerdo de venta de armas a Taiwán. El Ministerio de Exteriores chino anunció estas medidas el viernes, acusando a Washington de «violar gravemente el principio de ‘una sola China'» al autorizar la venta de drones de combate a la isla.
Acciones contra la alta dirección
Según Beijing, estas acciones de Estados Unidos interfieren en los asuntos internos de China y menoscaban su soberanía e integridad territorial. El comunicado ministerial especificó que las sanciones afectan a divisiones clave y a la alta dirección de Lockheed Martin, incluyendo Lockheed Martin Missile System Integration Lab, Lockheed Martin Advanced Technology Laboratories y Lockheed Martin Ventures.
Aumento de las tensiones por las ayudas a Taiwán
Las tensiones aumentaron después de que Estados Unidos aprobara recientemente un paquete de ayuda militar a Taiwán valorado en 360,2 millones de dólares. Este paquete incluye drones kamikaze ‘Switchblade 300’ y sistemas ‘SB300 FCS’ para fortalecer las capacidades defensivas de la isla frente a posibles amenazas de invasión china.
China considera a Taiwán como parte integral de su territorio y ha criticado repetidamente las ventas de armas estadounidenses a la isla, subrayando que estas acciones violan el principio de ‘una sola China’.
Relación entre ambas potencias
Las relaciones entre Estados Unidos y China son complejas y abarcan una amplia gama de dimensiones geopolíticas, económicas y estratégicas. Ambos países son potencias globales con influencia significativa en el panorama internacional, pero sus relaciones han estado marcadas por períodos de cooperación y competencia, así como por tensiones y conflictos.
Económicamente, Estados Unidos y China mantienen una interdependencia considerable. China es el mayor socio comercial de Estados Unidos, aunque las disputas comerciales entre ambos países han llevado a la imposición de aranceles y medidas proteccionistas desde 2018. Estas tensiones han girado en torno a temas como el déficit comercial, la propiedad intelectual y el acceso al mercado, exacerbadas por diferencias en políticas industriales y tecnológicas.
En el ámbito militar y estratégico, las preocupaciones de Estados Unidos se centran en la expansión militar de China en el Mar del Sur de China, así como en su modernización militar y su creciente influencia global. Estados Unidos ha expresado preocupaciones sobre cuestiones de seguridad nacional relacionadas con las actividades de China en el ciberespacio, la ciberseguridad y la tecnología, además de las tensiones en torno a Taiwán y la situación en Hong Kong.
Políticamente, las relaciones bilaterales también han sido tensas, con diferencias en cuestiones de derechos humanos, democracia y libertades civiles. Ambos países tienen visiones y sistemas políticos y sociales diferentes, lo que ha llevado a disputas diplomáticas y desacuerdos en foros internacionales como la ONU y otras organizaciones multilaterales.