Imagen: EFE
En una carrera electoral marcada por lo inusual, la candidata demócrata Kamala Harris se enfrenta a un desafío inesperado: cortejar el voto hispano a menos de siete semanas de las elecciones. Aunque es extraño que a estas alturas se dediquen tantos esfuerzos a este sector, la preocupación en su campaña es palpable. Las encuestas muestran que Donald Trump, con su propuesta de deportaciones masivas, ha logrado un avance significativo entre los votantes latinos, superando a Harris en intención de voto.
Promesas de reforma migratoria
El jueves, Harris se dirigió a una audiencia de políticos, empresarios y activistas hispanos en Washington, prometiendo una solución al «sistema migratorio roto». Su propuesta principal fue la ciudadanía para los «dreamers», inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo menores, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos. Esta iniciativa, ya conocida y que requiere la aprobación del Congreso, llega en un momento en que la crisis migratoria se ha intensificado durante su mandato como vicepresidenta.
El motivo de este esfuerzo demócrata es un sondeo de Marist, realizado para PBS y NPR, que muestra un giro sorprendente. Trump, quien estaba 15 puntos detrás de Harris en agosto, ahora lidera con un 51% del voto latino, frente al 47% de Harris. Entre los votantes independientes, la tendencia es similar, con un cambio de 14 puntos a favor de Trump.
Un electorado diverso y en crecimiento
El censo proyecta que 36,2 millones de latinos estarán habilitados para votar en las elecciones de 2024, lo que representa un aumento de casi 4 millones respecto a 2020. Los latinos constituyen ahora el 15% del electorado, superando en número a los afroamericanos. Sin embargo, tratarlos como un bloque homogéneo es un error. Este grupo es cada vez más diverso, tanto por su procedencia como por las diferencias generacionales.
Mike Madrid, estratega latino, señala que las diferencias generacionales tienen un impacto significativo en la política. «El cambio de la primera a la segunda generación es grande, pero de la segunda a la tercera es tectónico«, afirma. Este crecimiento de votantes latinos de tercera y cuarta generación está llevando a muchos hombres hispanos nacidos en EE.UU. a inclinarse hacia la derecha, un cambio que está ocurriendo de manera acelerada.
Trump también ajusta su discurso
Ante esta realidad, la campaña de Trump no se queda atrás y ha comenzado a incluir promesas dirigidas a los latinos en sus discursos, equilibrándolas con sus propuestas de deportaciones masivas y restricciones de asilo. En sus mítines, Trump promete mejoras económicas y oportunidades laborales, un mensaje que parece estar resonando en una parte significativa del electorado hispano.
Además, la campaña de Trump ha contado con el apoyo de dos populares reguetoneros, Nicky Jam y Anuel, y ha comenzado a utilizar en sus eventos una canción de salsa modificada: «Qué mala Kamala», en referencia a Harris. Al ser cuestionada sobre esta estrategia, la campaña de Trump afirmó que busca destacar cómo Harris y Biden «han dejado atrás» a los hispanos.