Tras el ataque con misiles lanzado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) contra objetivos en Israel, miles de personas de diferentes ciudades de Irán salieron a las calles en manifestaciones espontáneas para mostrar su apoyo y vengar el asesinato de figuras clave como Ismail Haniyeh, Seyyed Hasán Nasralá y el general Nilforoushan.
Desde las primeras horas tras el anuncio del ataque, las concentraciones populares se vieron marcadas por consignas como «Allahu Akbar» (Dios es el más grande), «Muerte a Israel» y «Muerte a Estados Unidos». Los manifestantes expresaron su gratitud hacia el CGRI por la operación militar, aplaudiendo lo que consideran una respuesta firme al «régimen sionista» por los asesinatos y violaciones cometidos.