El Ministerio de Trabajo ha detallado su propuesta para facilitar la implementación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, centrada en un nuevo plan de ayudas denominado Plan Pyme 375. Esta medida, destinada a pymes con menos de 10 empleados, tiene como objetivo aliviar los posibles costes derivados de la reducción de horas laborales, mediante una serie de bonificaciones y estímulos para fomentar la contratación indefinida y la transformación de contratos a tiempo parcial en contratos a tiempo completo.
Ayudas para nuevas contrataciones y contratos a tiempo completo
El Plan Pyme 375 incluye bonificaciones a la Seguridad Social para las pymes que necesiten contratar más personal a causa de la reducción de la jornada laboral. Estas ayudas se aplicarán solo a contratos indefinidos y tendrán una duración de un año desde la entrada en vigor de la ley. Una de las novedades más destacadas es la bonificación para aquellas empresas que conviertan contratos a tiempo parcial en contratos a jornada completa, beneficiando especialmente a sectores como el comercio y la hostelería, que cuentan con una alta proporción de este tipo de empleo.
Las ayudas estarán vigentes durante los primeros seis meses tras la reducción de la jornada, y se espera que puedan cubrir hasta el 100% de las cotizaciones en algunos casos, como el de mujeres, jóvenes o personas mayores de 55 años.
Sin embargo, los detalles exactos sobre el porcentaje de bonificación no han sido aún concretados, ya que se espera la participación de los sindicatos y los empresarios para definir estas cifras. A pesar de ello, el Ministerio de Trabajo estima que unas 80.000 empresas y autónomos podrían beneficiarse de estas ayudas, lo que se traduciría en la creación de unos 65.000 empleos a jornada completa.
Condiciones para las empresas
Para acceder a las bonificaciones, las empresas deberán comprometerse a mantener los nuevos empleos indefinidos durante al menos tres años, una medida diseñada para garantizar la estabilidad laboral y evitar la precarización del empleo. Esta condición también busca evitar posibles abusos por parte de las empresas, que podrían beneficiarse de las ayudas sin asegurar la continuidad de los contratos.
En paralelo a las ayudas, el Ministerio de Trabajo también ha propuesto endurecer las sanciones por incumplimiento del registro horario, una medida clave en la lucha contra las horas extra no remuneradas y otras irregularidades en el tiempo de trabajo. Las nuevas normativas incluyen sanciones más elevadas y, por primera vez, multas individuales por cada trabajador afectado, lo que aumenta significativamente las posibles penalizaciones para las empresas infractoras.
Asimismo, en el marco de esta legislación se incluirán medidas para reforzar el derecho a la desconexión digital, con el objetivo de proteger a los trabajadores fuera de su horario laboral, especialmente en un contexto donde el teletrabajo ha ganado relevancia. Esta medida busca establecer límites claros para evitar que los empleados sean contactados fuera de su jornada, respetando su tiempo de descanso y ocio.
Sindicatos y empresarios
Pese a las propuestas del Ministerio, los sindicatos CCOO y UGT se han mostrado críticos, indicando que aunque el nuevo documento con las ayudas a las pymes ha sido presentado al final de la última reunión de la mesa de diálogo, no han podido evaluarlo en detalle. Ambos sindicatos han reiterado que las negociaciones no están avanzando debido a la negativa de las organizaciones empresariales a legislar la reducción de la jornada laboral. Los empresarios prefieren que este tema se resuelva mediante convenios entre empresas y trabajadores, en lugar de una normativa general.
Por su parte, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha manifestado su optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, insistiendo en que ya se han presentado propuestas claras y concretas. Según Pérez Rey, la reducción de la jornada laboral puede convertirse en un “estímulo” para la creación de empleo de calidad, y confía en que las negociaciones seguirán avanzando a pesar de las tensiones actuales.
Con estas propuestas sobre la mesa, el Ministerio de Trabajo busca equilibrar las demandas de los sindicatos y los empresarios, asegurando una transición progresiva hacia la reducción de la jornada laboral sin perjudicar la competitividad de las pymes. Aún queda por definir cómo se concretarán las ayudas y las sanciones, y si las organizaciones empresariales aceptarán los términos de la futura ley, que promete tener un impacto significativo en el mercado laboral español.
