En el corazón de Malmö, Suiza galardona como el claro vencedor de Eurovisión 2024, capturando los corazones y las mentes de millones de espectadores en toda Europa con una actuación espectacular y un mensaje poderoso.
El triunfo de Suiza con la canción «The Code», interpretada por Nemo, no solo representa una victoria musical, sino también un triunfo para la inclusión y la diversidad. Con una actuación cargada de emoción y una letra que narra el viaje personal de Nemo hacia la aceptación de su identidad no binaria, la canción resonó profundamente entre los espectadores de Eurovisión, recibiendo una impresionante puntuación de 591 puntos.
La competencia fue intensa, con candidatos de todo el continente compitiendo por el codiciado Micrófono de Cristal. El croata Baby Lasagna se presentaba como uno de los principales contendientes, pero al final fue Nemo quien se alzó con la victoria, llevando a Suiza a su tercer triunfo en la historia del concurso, después de los éxitos de Lys Assia en 1956 y Céline Dion en 1988.
Actuación polémica de Israel
La participación de Israel, representada por Eden Golan, también fue notable, aunque no estuvo exenta de polémica. La especulación sobre un posible apoyo sionista y las tensiones geopolíticas se sumaron al ambiente de la competencia, pero la actuación apasionada de Golan y su quinto lugar en la clasificación final demostraron una vez más el poder unificador de la música en medio de la controversia.
El espectáculo en sí estuvo lleno de momentos memorables, desde las emocionantes actuaciones en el escenario hasta los momentos de tensión y emoción durante la votación. La presencia de ABBA, aunque a través de hologramas, para conmemorar el 50 aniversario de su victoria en Eurovisión con «Waterloo», agregó un toque de nostalgia y emoción a la noche.
Mientras Europa celebraba la diversidad y el talento musical, también había un trasfondo de controversia y tensión. La expulsión de Países Bajos debido a acusaciones de comportamiento inapropiado, la renuncia de la portavoz de Noruega durante la votación y otros incidentes dejaron su marca en la edición de este año, recordándonos que Eurovisión no solo es un concurso de música, sino también un reflejo de la complejidad y diversidad de la sociedad europea.