Imagen: Marisa Paredes besa su Goya de Honor, en 2018. Antonio Heredia
La actriz Marisa Paredes ha muerto a los 78 años en Madrid, según ha informado la Academia de Cine en redes sociales. Paredes, una de las grandes intérpretes españolas en las últimas décadas, logró el Goya de Honor en 2018, el único que tiene a pesar de haber optado al galardón en otras dos ocasiones por La flor de mi secreto en 1996 y Cara de acelga en 1988.
María Luisa Paredes Bartolomé (Madrid, 3 de abril de 1946) mostró una gran vocación por la actuación desde la infancia. Su primer interés fue el teatro, por lo que inició sus estudios en el Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. Su primer papel fue a les 14 años, lo que llevó a Paredes a convertirse en un rostro habitual no solo en el cine y teatro españoles, sino en industrias cinematográficas de otros países como Francia, México e Italia. Actuó en más de 75 películas, en más de 80 series de televisión y en 15 obras de teatro.
Su figura se ha unido siempre al cine de Pedro Almodóvar, ya que con él tuvo los papeles más conocidos por el público e internacionalmente. Su primera colaboración juntas fue en Entre tinieblas, en 1983, la irreverente comedia del cineasta donde interpretaba a la mítica Sor Estiercol. Después le llegaron dos de sus protagonistas más emblemáticos, los de Tacones lejanos (1991) y La flor de mi secreto (1996), la que para muchos fue su mejor interpretación. Un maravilloso melodrama donde Paredes mostraba su elegancia y que le dio una nominación al Goya. También colaboró con Almodóvar en papeles de reparto como el de Huma Rojo en Todo sobre mi madre (1999); y más tarde en Hable con ella (2002) y La piel que habito (2010).
Obtuvo numerosos galardones de interpretación, como el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París y el Fotograma de Plata en seis ocasiones, además del citado Goya de Honor.
Compromiso social y político
Paredes fue reconocida durante toda su carrera por su compromiso político y social y fue muy crítica durante el periodo de la Guerra de Irak con la gestión política del entonces presidente José María Aznar, defendió también otras causas como la sanidad pública o se posicionó a favor de Palestina. La actriz deja tras de sí un legado inconmensurable, con más de 60 años de trayectoria a sus espaldas, una vida consagrada al séptimo arte y un gran número de intervenciones como actriz en cine y televisión.