Imagen: Cerdo modificado genéticamente-Bioeconomía.info
En 2025 podríamos ver cerdos superresistentes, cerdos transgénicos modificados genéticamente. Los científicos estadounidenses pretenden modificar los genes de estos animales para que sobrevivan a la conocida como “enfermedad del oído azul”, que provoca neumonía y problemas reproductivos en las hembras y que obliga a sacrificar a miles de cerdos, lo que provoca pérdidas económicas de más de 500 millones de euros al año.
«La empresa Genus tendrá que demostrar que no tiene ningún efecto perjudicial para los consumidores. Su hubiera dudas no llegaría a comercializarse», explica a Antena 3 Noticias Juan José Badiola, del centro de enfermedades transmisibles de la Universidad de Zaragoza. El objetivo es acabar con este virus, extendido a nivel mundial.
Sin embargo, no todos apoyan el comercio de estos animales, especialmente los ecologistas, que se muestran escépticos por las condiciones en las que se criarían estos animales. Si finalmente la Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) lo autorizase, sería una auténtica revolución en la industria.
«Se abre un camino muy importante para el futuro de estas y otras enfermedades», asegura Badiola. Se trata de una tecnología muy novedosa» que ya se aplica para producir otros alimentos: «Ya se producen salmones modificados genéticamente para que crezcan más rápido. También se usa muchísimo para producir maíz, sojas y en otras plantas. Pero por primera vez se aplicaría en mamíferos», añade. Sería la primera carne modificada genéticamente para el consumo masivo.
España no se lo plantea, de momento
España, al igual que Estados Unidos, es uno de los grandes productores de carne de cerdo. Pero, hasta el momento, España no se ha planteado la posibilidad de modificar estos animales genéticamente para evitar el contagio del virus del oído azul. «España, de momento, no se lo ha planteado. Efectivamente es un debate. Hay personas en contra, que no aceptan los transgénicos», explica Badiola. Este mismo debate se ha planteado en la UE, que hasta la fecha no ha aprobado la producción de animales modificados genéticamente.
A principios de este año, la FDA tomará una decisión al respecto, tras la solicitud de la empresa Genus de la aprobación de una licencia comercial. Asimismo, los países que compran esa carne también tendrán que dar su consentimiento. Es el caso de países como China, México o Colombia, que son los principales importadores de carne de porcino.