El Movimiento de Resistencia Islámica ha criticado que el Gobierno de Israel haya autorizado la ‘Marcha de la Bandera’ en Jerusalén y ha hecho un llamamiento a los palestinos a un «día de la ira» en el marco de una «movilización general» frente a la «ocupación».
«El permiso dado por el gobierno fascista de ocupación a los colonos para organizar la llamada ‘Marcha de la Bandera’ en las calles de la Jerusalén ocupada es una confirmación de su arrogancia y su búsqueda de judaizar los lugares santos, musulmanes y cristianos de la ciudad, lo que supone una agresión contra los sentimientos de cientos de millones de musulmanes en todo el mundo».
«Advertimos a la ocupación contra la continuación de estas políticas criminales contra nuestros lugares santos, siendo el corazón de ellos la sagrada mezquita de Al Aqsa», ha manifestado, antes de recalcar que «la resistencia» hallará «las vías para dañar al enemigo», tal y como ha recogido el diario palestino ‘Filastin’, vinculado al grupo.
Así, ha reclamado a la población palestina, «especialmente en Cisjordania, Jerusalén y el interior ocupado», que participe en «una movilización general», al tiempo que ha solicitado «a las masas de la nación árabe e islámica» y «a los pueblos libres del mundo» que «incrementen los movimientos que presionan a la ocupación y a aquellos que la apoyan».
En esta línea, el jefe de la oficina del grupo para Jerusalén, Harun Nasraldín, ha dicho que la marcha «es un flagrante asalto» y ha pedido a «las naciones árabes e islámicas» incrementar «su participación en la ‘Inundación de Al Aqsa'», nombre oficial que da Hamás a los ataques ejecutados el 7 de octubre contra territorio israelí.
«Recordamos a la brutal ocupación que la resistencia palestina es una victoria para Jerusalén y la mezquita de Al Aqsa», ha subrayado, antes de insistir en que «la batalla continúa y la espada sigue desenvainada». «Su mayor muestra fue el 7 de octubre», ha dicho Nasraldín, quien ha recalcado que esta lucha «continuará hasta la victoria, la libertad y la independencia».
Las fuerzas de seguridad de Israel han incrementado su despliegue en Jerusalén de cara a posibles incidentes durante la marcha que tendrá lugar esta tarde en medio de las tensiones por la ofensiva militar contra la Franja de Gaza tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamás y el aumento de la violencia y las operaciones militares en Cisjordania y Jerusalén Este.