Imagen: EFE
El polvo aún no se ha asentado en Damasco tras el derrocamiento de Bashar Al-Assad, pero los insurgentes que lanzaron la ofensiva contra su régimen ya han comenzado a dar los primeros pasos para organizar el gobierno en las ciudades recientemente capturadas, incluida la capital. Hayat Tahrir Al Sham (HTS), anteriormente vinculada a Al Qaeda y liderada por Abu Mohamed al Jolani, anunció el lunes una serie de normas para restaurar el orden en estas zonas y poner fin al caos generado por el colapso del régimen.
Desorden en Damasco: patrullas y toque de queda
Aunque HTS no fue la fuerza que tomó Damasco, la ciudad está siendo ocupada por milicias insurgentes aliadas que operan con una estructura más laxa. Durante el primer día sin Assad, los combatientes patrullaban las calles, dirigían el tráfico y protegían edificios sin una organización clara. Ante el desorden, se impuso un toque de queda de trece horas, desde la tarde del domingo hasta la mañana del lunes.
Al día siguiente, HTS tomó el control de la situación, ordenando a los funcionarios regresar a sus puestos y ofreciendo mayor seguridad para el banco central, que había sido saqueado. También se anunció que los aeropuertos reanudarían los vuelos nacionales y se fomentaría el uso de la moneda siria, que en algunas ciudades como Alepo había sido reemplazada por dólares y liras turcas.
Un gobierno de transición en marcha
En una muestra de que la transición está en curso, el líder se reunió con Mohammed al Jalili, el exprimer ministro de Assad que aún permanece en Siria, y con Mohammed al Bashir, el primer ministro del Gobierno de Salvación Sirio, autoproclamado por HTS en Idlib. Según informaron, al Bashir, un ingeniero, será nombrado primer ministro interino. Esta designación pone a Bashir frente a un desafío monumental: unificar a las milicias aliadas, muchas de ellas con agendas diversas, y construir una estructura política estable mientras se reconstruye el país devastado por años de conflicto.
Tensiones internas: ¿Unión o división?
Uno de los primeros obstáculos será determinar si las milicias aliadas, apoyadas por Turquía, están dispuestas a seguir el proyecto político de Jolani. Recientemente, las fuerzas turcas y sus aliados tomaron la ciudad de Manbij de manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), principalmente compuestas por kurdos sirios, en un enfrentamiento que dejó doce civiles muertos. En el este del país, las protestas en ciudades como Deir Ezzor, contra la presencia de las SDF, indican un fuerte rechazo a la intervención kurda en la región.
Hadi al Bahra, presidente de la Coalición Nacional Siria, ha insistido en que las SDF deben desvincularse del PKK, considerado un grupo terrorista por Turquía, si quieren formar parte del proceso de transición. Sin embargo, este enfoque parece entrar en conflicto con los llamamientos a un gobierno inclusivo que respete las minorías.
El modelo de gobierno de Jolani: salafismo tecnocrático
Analistas sugieren que el nuevo líder busca establecer un gobierno civil con valores islámicos que pase de un enfoque militarista a un modelo más centrado en la tecnocracia. En su discurso, ha reafirmado su compromiso con las minorías y ha tomado medidas para reforzar la seguridad en las zonas costeras del país, de mayoría alauí y tradicionalmente leales a Assad. Sin embargo, sigue siendo incierto si querrá incluir a estos sectores en la gobernanza de la nueva Siria.