El motivo detrás de esta ola de manifestaciones es un proyecto de ley sobre «agentes extranjeros» que ha desencadenado una crisis política en el país . Cerca de 50.000 personas salieron a las calles en una demostración pacífica contra esta propuesta legislativa.
El proyecto de ley en cuestión requeriría que las organizaciones que reciban más del 20% de su financiación del extranjero se registren como «agentes de influencia extranjera». Esta medida ha generado preocupación a nivel nacional , ya que muchos la ven como un intento de limitar la libertad de expresión y socavar los valores democráticos en Georgia.
La reacción de Estados Unidos no se hizo esperar, con el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, expresando su profunda preocupación por lo que describió como un «retroceso democrático» en Georgia. Sullivan instó a los parlamentarios georgianos a elegir entre apoyar las aspiraciones euroatlánticas del pueblo georgiano o aprobar una ley que recuerda a las prácticas autoritarias del Kremlin.
La multitud que se congregó en las calles de Tbilisi el sábado pasado era diversa, incluyendo a personas de diferentes edades y trasfondos. Desde jóvenes hasta personas mayores, todos se unieron para expresar su rechazo a la ley propuesta y para defender los valores democráticos y la soberanía nacional de Georgia. Entre las demandas de los manifestantes se encontraba la retirada inmediata del proyecto de ley y el rechazo a cualquier medida que ponga en peligro el camino de Georgia hacia la integración europea.
Los líderes del partido gobernante, Georgian Dream, defienden el proyecto de ley argumentando que promoverá la transparencia y la soberanía nacional del país. Sin embargo, sus críticos lo ven como un intento de controlar y silenciar a las voces disidentes y a las organizaciones de la sociedad civil.
La Unión Europea ha advertido que la aprobación de esta ley representaría un serio obstáculo para la relación de Georgia con el bloque europeo. Además, varios líderes internacionales han expresado su apoyo al pueblo georgiano en su lucha por preservar la democracia y la libertad de expresión.