Imagen: EFE
La sociedad vasca ha experimentado un cambio significativo en su postura hacia la independencia, y tanto el Partido Nacionalista Vasco (PNV) como EH Bildu han ajustado sus estrategias electorales para centrarse en un enfoque de «autogobierno» dentro del marco constitucional y estatutario. En las elecciones del 21-A, ambos partidos han dejado de lado la independencia como tema central, reconociendo un consenso general en la sociedad vasca en favor de un enfoque más flexible y pragmático.
No al independentismo vasco
De acuerdo con el Sociómetro del Gobierno vasco de febrero de 2024, la mayoría de los vascos (37%) se muestra en contra de la independencia de Euskadi del resto de España. Esta tendencia ha llevado a PNV y EH Bildu a enfocarse en temas como la sanidad, la vivienda, la generación de empleo y la seguridad durante la campaña electoral, relegando la independencia a un segundo plano.
Cambio en los programas electorales
El PNV, liderado por Andoni Ortuzar, ha evitado hacer referencia directa a la «independencia» en su programa electoral, adoptando una postura de «actualización del autogobierno» sin establecer plazos concretos. EH Bildu, por su parte, ha optado por enfocarse en el fortalecimiento del autogobierno como medio para mejorar el bienestar de la sociedad vasca, dejando de lado la retórica independentista.
Búsqueda de consenso
Esta evolución en la posición de ambos partidos refleja un cambio de paradigma hacia posturas más pragmáticas y realistas. Mientras que en el pasado se contemplaba la posibilidad de consultas soberanistas, en la actualidad se prioriza la consolidación del autogobierno y la búsqueda de consensos con el Estado español.
Sinergias de los partidos
A pesar de estas diferencias, tanto PNV como EH Bildu coinciden en la necesidad de impulsar un nuevo estatus para Euskadi, aunque todavía no han logrado alcanzar un acuerdo al respecto desde que en 2018 pactaran unas «bases y principios». Ambos partidos apuestan por un mayor poder competencial como medio para garantizar el bienestar de la sociedad vasca, relegando la independencia a un segundo plano en su agenda política.