Una agresión a la embajadora de Serbia en España, Irena Sarac, tuvo lugar la noche de este domingo en el distrito madrileño de Salamanca. El incidente ocurrió alrededor de las 20:00 horas en la calle Príncipe de Vergara, cerca de la sede de la Embajada de Serbia.
Detalles del incidente
Según la información proporcionada por fuentes policiales, el ataque se produjo después de que el agresor preguntara a Sarac sobre su origen. Tras recibir la respuesta de la diplomática, que es originaria de Belgrado, el hombre le propinó una patada en la espalda y la insultó. Un testigo de la agresión fue quien alertó a la Policía Nacional, que envió agentes al lugar.
Respuesta de la Policía
A pesar de las intervenciones de la policía en la zona y varias batidas realizadas para localizar al agresor, este no fue encontrado. La embajadora, por su parte, decidió no presentar denuncia ni solicitar atención médica en el lugar del incidente. Tampoco se había presentado ninguna denuncia formal en la mañana siguiente.
Reacción de Serbia
El ministro de Exteriores de Serbia, Marko Djuric, ha solicitado a las autoridades españolas una investigación exhaustiva sobre el incidente y que se lleve al agresor ante la justicia, según informó la televisión serbia N1. Testigos del ataque sugirieron que, basándose en el acento del atacante, este podría ser de etnia albanesa, según los medios serbios.
Relación entre ambos países
La relación entre Serbia y España ha sido históricamente cordial, con un enfoque en la cooperación diplomática, comercial y cultural. Ambos países establecieron relaciones diplomáticas en 1980 y han trabajado juntos en diversos foros internacionales, con España apoyando el proceso de integración europea de Serbia. En el ámbito económico, España ha invertido en sectores clave en Serbia y hay un interés en aumentar el comercio bilateral. La cooperación cultural incluye intercambios educativos y eventos que promueven el entendimiento mutuo.
Sin embargo, la relación también ha estado marcada por tensiones, principalmente debido al reconocimiento de Kosovo. España no reconoce la independencia de Kosovo, lo que ha generado fricciones con Serbia, que se opone a la independencia de la región. A pesar de estos desacuerdos, ambos países continúan colaborando en áreas de interés común y buscan resolver sus diferencias a través de la diplomacia.