El Gobierno de Pedro Sánchez ha experimentado un notable incremento en el número de asesores, alcanzando una cifra alta en la historia de la democracia española. Con la reciente incorporación de 50 asesores científicos a través de la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC), el total de personal eventual del Ejecutivo se eleva a 919 personas. La intención de Sánchez de proporcionar una orientación científica a las políticas gubernamentales, a pesar de que su administración ya contaba con 869 asesores antes de la creación de la ONAC.
La ONAC ha sido establecida con el objetivo de «establecer mecanismos institucionales para generar un ecosistema nacional de asesoramiento científico que conecte la academia y la investigación aplicada con la Administración y refuerce el papel del conocimiento científico en la toma de decisiones». Josep Lobera, quien anteriormente fue mano derecha de Diana Morant en el Ministerio de Ciencia, está al frente de esta nueva entidad. La creación de la ONAC representa una inversión de dos millones de euros, destinada tanto al desarrollo de la oficina como a la contratación de los nuevos asesores, quienes serán fichados en los próximos meses.
Comparaciones con Gobiernos anteriores
La acumulación de asesores en el actual gobierno es notable. Sánchez y su ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, suman 497 asesores, más que los necesarios para todo el Consejo de Ministros de José María Aznar. En comparación con otros presidentes, Sánchez ha requerido 320 asesores más que cuando asumió el cargo en 2018. En términos comparativos, José Luis Rodríguez Zapatero necesitaba 303 asesores en su último año completo de gobierno en 2011, y Mariano Rajoy utilizaba 286 asesores en 2016.
La administración de Sánchez no solo se ha expandido en número de asesores, sino también en estructura. Además de los 22 ministerios, se han creado varios organismos adicionales dependientes del Gabinete de la Presidencia, dirigidos por Óscar López. Entre estos nuevos organismos se encuentran la Oficina de Asuntos Económicos y G20, la Secretaría General de Asuntos Exteriores y el Departamento de Asuntos Culturales. Este último fue particularmente controvertido por no haber informado a su socio de gobierno, Sumar, antes de su creación, afectando las competencias del Ministerio de Cultura.
El gasto en altos cargos y asesores ha alcanzado cifras históricas. Según los registros de la Intervención General de la Administración del Estado (Igae), el Gobierno gasta 132,7 millones de euros en este concepto. De esta cifra, 73,8 millones de euros se destinan a altos cargos y 58,9 millones a asesores, cifra que ascenderá a 60,9 millones con la incorporación de la ONAC. Además, Moncloa ha gastado aproximadamente 250.000 euros en imagen y maquillaje desde 2020, con un coste promedio de 200 euros por sesión.