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Cataluña podría ver un incremento significativo en su financiación gracias al nuevo concierto económico negociado entre el PSC y ERC. Este acuerdo contempla un traslado anual de hasta 13.200 millones de euros desde la caja común del Estado a la Hacienda catalana, lo que podría elevar la financiación homogénea de la Generalitat entre un 25% y un 50%. Este posible aumento se basa en un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), elaborado por el economista Ángel de la Fuente, que evalúa el impacto del acuerdo sobre el sistema de financiación.
Proyecciones y evaluación del acuerdo
El informe de Fedea destaca que, según el índice de financiación homogénea por habitante ajustado, Cataluña tenía un índice de 101 en 2022, frente a una media de 100 para las comunidades de régimen común. Las proyecciones sugieren que el nuevo concierto económico colocaría a Cataluña significativamente por encima de otras comunidades no forales. Sin embargo, los detalles específicos del acuerdo aún están por definirse.
Aunque el acuerdo promete una mayor financiación para Cataluña, Fedea señala que la propuesta también implica una renegociación de la aportación de la autonomía al resto del país. El estudio critica la estimación de déficit fiscal que los partidos independentistas catalanes han presentado, considerándola exagerada en un 65% respecto a la realidad. Esta cifra se ha convertido en la referencia para el debate público en Cataluña, influenciando la negociación de los términos del nuevo sistema de financiación.
Impacto en la financiación estatal
Si se acepta la propuesta de los independentistas catalanes, el Estado tendría que compensar la pérdida de recursos de dos maneras: mediante un aumento generalizado del IRPF o reduciendo la transferencia de recursos a otras comunidades autónomas. De optar por la primera opción, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tendría que incrementar en un 29,5% la recaudación del tramo estatal del impuesto. Si se elige la segunda opción, el presupuesto disponible para otras regiones se reduciría en un 10,7% en promedio.
Consecuencias a largo plazo
El informe sugiere que la eliminación del déficit fiscal de Cataluña podría resultar en un superávit para la región, lo que se traduciría en una subvención significativa para una comunidad que ya es relativamente rica. Además, el estudio advierte que a largo plazo, el nuevo sistema podría reforzar la posición de la Generalitat frente al Gobierno central, reduciendo gradualmente su aportación a la solidaridad y potencialmente llevándola a cero si los independentistas asumen el poder.
De la Fuente también advierte sobre los riesgos de extender este nuevo sistema a otras comunidades contribuyentes netas, como Madrid y Baleares. En ese caso, el Estado podría perder entre 31.000 y 62.000 millones de euros adicionales en ingresos tributarios. La aplicación de criterios similares a los propuestos por los nacionalistas catalanes podría llevar a una caída drástica de los ingresos netos del Estado.