El pin parental es una medida o herramienta que en España tiene cada vez más fuerza. Esta iniciativa permite a los padres de los alumnos ejercer un control sobre los contenidos educativos a los que se exponen sus hijos en la escuela, particularmente aquellos que consideran sensibles como son las charlas y talleres de educación sexual que no respetan las decisiones de los progenitores sobre los contenidos que los menores están recibiendo.
El pin parental surgió como respuesta a la creciente preocupación de algunos padres sobre ciertas perspectivas abordadas en la educación pública, como la sexualidad o la diversidad de género. Los defensores del pin parental argumentan que los padres tienen el derecho fundamental de decidir sobre la educación de sus hijos, asegurando que esta se alinee con sus principios morales y religiosos.
Así, las charlas y talleres que se han dado a los alumnos de colegios en todo el territorio nacional sobre la educación sexual han sido uno de los motivos principales por los que distintos partidos políticos han promovido y aceptado la medida del ‘pin parental’. Unas charlas que han tenido denuncias por parte de los padres que no quieren que sus hijos de 10 y 12 años reciban estas charlas debido al contenido y vocabulario explícito que se utiliza.
Esta medida concede a los padres la capacidad de vetar o frenar ciertos contenidos que sí se han aprobado por el Consejo Escolar. Los contenidos que principalmente puede vetar esta herramienta son los de igualdad o sexualidad Profundizando más, el pin parental es un documento concreto que los colegios de todas las comunidades autónomas tienen que hacer llegar a los padres o tutores legales de los menores, con el fin de que den su consentimiento o no participen en actividades complementarias en las que, según algunos partidos, se «adoctrina» a los menores.
Esta herramienta no ha sido bien vista por todos los políticos, como es el caso de Ione Belarra, que quiso vetar el pin parental debido a que, en su opinión, los padres no deberían «limitar o impedir el acceso de niñas, niños y adolescentes a la información y su participación en actividades de sensibilización y difusión de la diversidad familiar que se desarrollen en el marco educativo, a fin de evitar una restricción de sus derechos a la educación y al libre desarrollo de su personalidad».
El pin parental en Baleares
Esta medida para que los padres puedan elegir sobre el contenido que sus hijos menores de edad reciban en las charlas se implementó en Murcia, pero a finales del curso 2019 esta propuesta decayó con el vencimiento del curso académico. Ahora, vox ha pedido de nuevo la implantación del ‘pin parental’ en todos los colegios públicos o privados de Baleares.
Además, piden que se solicite mediante un escrito el consentimiento expreso previo de los padres para la asistencia de sus hijos a estas actividades, así como el currículum de las personas que las vayan a impartir o dirigir. Por otro lado, señalan que en algunos centros escolares los menores de edad participan en actividades «con un marcado carácter ideológico o con contenidos de valores éticos, morales, sociales o sexuales».
Una iniciativa que desde Vox han destacado que es lógica debido a que los padres son los principales implicados en la educación que sus hijos deben recibir en el colegio. Sobre todo cuando se refiere a temas sensibles, debe corresponder a cada familia considerar en qué valores se van a criar sus hijos. Además, sostienen que es obligación de los poderes públicos “garantizar el derecho que asiste a los padres a que sus hijos reciban la formación de acuerdo con sus propias convicciones”.