El jueves, Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, sugirió desplegar las Fuerzas Armadas para hacer frente a la creciente ola migratoria que está saturando zonas fronterizas como Canarias. El PP insiste en que esta idea no es nueva, ya que su programa electoral incluía medidas para reforzar las capacidades de la Policía y la Guardia Civil en la lucha contra la inmigración ilegal. Además, defienden esta medida como una forma de «combatir» lo que consideran una injusticia en el reparto de menores migrantes no acompañados (Menas) llegados a Canarias. El Gobierno central quiere distribuir a estos menores en las autonomías gobernadas mayoritariamente por el PP, «sin consenso», mientras excluye a Cataluña y el País Vasco para contentar a sus socios separatistas.
El PP busca abordar la inmigración ilegal con medidas que impidan que se convierta en un problema mayor, especialmente para combatir a las mafias. Las sospechas del PP se basan en la actitud de Junts hasta ahora. El partido de Carles Puigdemont se niega a colaborar en la reforma de la Ley de Extranjería para fijar cuotas de acogida de migrantes en todas las autonomías. Los posconvergentes han rechazado rotundamente participar en el reparto de los 6.000 menores migrantes en Canarias, argumentando que primero quieren asumir todas las competencias en materia de inmigración antes de decidir. En Cataluña, el rechazo a la inmigración está «en aumento«, fortaleciendo a Vox y permitiendo la aparición de Aliança Catalana, un partido de ultranacionalista e independentista, en el Parlament.
Durante la campaña europea, Alberto Núñez Feijóo afirmó que Europa debe «asegurar la migración regular» y sugirió que quienes vengan a trabajar a la Unión Europea se comprometan a respetar los valores fundacionales europeos. Anunció también un paquete de medidas contra la inmigración ilegal, que incluye una «mayor presencia de la Guardia Europea en fronteras y costas españolas con alta presión migratoria«, endurecer la lucha contra el tráfico de migrantes en colaboración con Europa, agilizar la expulsión de quienes tengan condenas de cárcel y establecer acuerdos con terceros países para gestionar los flujos migratorios y el retorno de los migrantes irregulares. Frente a las críticas de Vox y el PSOE, el PP defiende su propuesta. Recuerdan que en diciembre de 2020, cuando el PP votó en contra de una iniciativa de Vox que instaba al Gobierno a usar todos los recursos disponibles, incluyendo las Fuerzas Armadas, para combatir la inmigración ilegal, el líder del partido era Pablo Casado, no Feijóo. Fuentes del partido señalan que el contexto era diferente en ese momento, por lo que Vox no puede acusarlos ahora de un «giro». A pesar de esto, también marcan distancias con Vox, destacando que no están en el «no a todo».
El PP critica la «improvisación constante» del Gobierno, la «falta de fondos» y la ausencia de medidas para abordar «el problema en su origen».